15.2.06

Promesas y peligros de la Nanotecnologia

NOMADAS.9 | REVISTA CRITICA DE CIENCIAS SOCIALES Y JURIDICAS | ISSN 1578-6730
Promesas y peligros de la Nanotecnología
[Gian Carlo Delgado Ramos] (*)
http://www.ucm.es/info/nomadas/9/giandelgado.htm



Nano…qué?
"The principles of physics, as far as I can see, do not speak
against the possibility of maneuvering things atom by atom."
Richard Feynman,1959 (1).

En términos generales, se acepta que la nanotecnología se enfoca en "el diseño de materiales con base en la interrelación de los componentes atómicos y en la manera en que son combinados". Su desarrollo incluye ciencias como la física, química, bioquímica y biología molecular. También hace uso de la ingeniería eléctrica y proteica, investigaciones microscópicas y proximales, diseño de imágenes atómicas, química computacional y, por supuesto de la biotecnología.(2)

La nanotecnología como fundamento de un cambio revolucionario en el sentido kuhniano, parece traer consigo una serie de redefiniciones en la ciencia. Como todo paradigma tecnológico de una naturaleza radicalmente distinta, son inmensos los horizontes que dibuja, pero al mismo tiempo, las limitantes de su desarrollo. La verdadera dificultad hoy en día es llegar al nivel más sofisticado de control: la manipulación y ensamblaje de un átomo a la vez.

Conforme se incrementa el espectro de su campo de operatividad, también lo hace, más que proporcionalmente, el grado de incertidumbre. Ello se viene concretizando en proyectos que buscan, no sólo manipular estructuras nanométricas (una mil millonésima parte de metro) u otras más grandes propias del nanomundo, sino también aquellas que se extienden al macromundo (3); de ahí que se comience a usar el término de "nanotecnología molecular".

Una confusión popular es que se considera que la nanotecnología sólo trabaja con materia inerte, sin embargo con el avance de la biotecnología y de la misma nanotecnología, esta última se ha visto envuelta en la manipulación atómica de

materia viva, lo que ha hecho más evidente la cercanía de ambas tecnologías. Es de tal dimensión ese empalme, sobre todo en el desarrollo de aparatos ultraminiaturizados que "imitan" los sistemas biológicos, o aún más, en el desarrollo de cyborgs, que para resolver técnicamente esta confusión se introdujo el término de nonobiotecnología para definir correctamente el trabajo de biotecnólogos y nanotecnólogos.

Este "encuentro" de tecnologías no es casual. Si recordamos, durante la década de 1940 se gestaba una nueva etapa en la investigación genética cuando un grupo de científicos con una formación y una motivación diferentes a los de los genetistas clásicos, comenzaron a interesarse por la naturaleza del gen.

Muchos de estos pioneros tenían poco o ningún conocimiento en genética clásica, y menos aún sobre la biología general. Su formación era netamente física y tenían un solo objetivo: conocer la base química de la información genética. Los biólogos habían estudiado hasta entonces la genética desde la perspectiva de la evolución de los seres vivos. Los físicos, por el contrario, tenían una visión reduccionista del problema: para ellos se trataba de un asunto puramente molecular, de interacciones entre átomos que explicarían el mecanismo de la herencia.

Su enfoque era y es netamente reduccionista, porque a un cierto grado de organización de la materia se le intenta estudiar desde un grado inferior, menos complejo, que se distingue con otras cualidades. Esta reducción de la biología por los físicos, es consecuencia final de una reducción previa: la de querer entender a la biología desde la química –lo cual se intentaba ya en la bioquímica del siglo XIX-; solamente que la química y la biología eran relativamente menos divergentes de lo que lo son la física y la biología (4).

Nanotecnología como resultado del desarrollo científico-tecnológico capitalista

El recorrido historiográfico de la física y la biología dice mucho, no sólo en cuanto a la evolución y transformación del lenguaje [términos que cambian de significado y aquellos que lo preservan (5)]; sino también en cuanto a las formas y caminos que se optaron en el desarrollo de esas ciencias. Ojo, no me refiero al tipo de uso de tal o cual tecnología, por ejemplo la energía nuclear con fines pacíficos o militares; más bien aludo a la esencia o lógica del desarrollo científico-tecnológico per se.

En ese sentido, el señalamiento de Kranzberg a cerca de que "la tecnología no es buena ni mala; más bien es neutral", debe entenderse, en palabras de Veraza, como el hecho de que, "…los objetos resultantes del desarrollo tecnológico o valores de uso no contienen un telos, una finalidad o un sentido inmanente, por lo que sus formas orgánicas son objetivamente teleológicas (adecuadas a fines vitales), de suerte que la finalidad de las fuerzas productivas sociales inmanentemente es humana y sirven para el desarrollo universal de la humanidad en tanto que sirven para la satisfacción de necesidades." (6). No obstante, agrega Veraza, "…sólo un cierto conjunto de relaciones técnicas son aptas para cumplir las determinaciones sociales clasistas que marcan al capitalismo…Ello se fomenta en que la relación social del capitalismo debe apoyarse y tomar cuerpo, expresarse e imprimirse en la materia y demás, estar en acuerdo relativo, pero forzoso con un conjunto de necesidades, capacidades y actividades naturalmente determinado" (7)

En dicho panorama, el desarrollo científico-tecnológico capitalista no es neutral (ya no me estoy refiriendo a la ciencia y la tecnología per se). Watson escribe que, "…la tecnología [capitalista] no es neutral porque aporta su propia racionalidad y el método para su uso." (8) Así, podemos señalar que la esencia de ese proceso humano en activo (el desarrollo tecnológico), queda impregnada de la lógica del sistema de producción que se trate; de la finalidad para la que es desarrollada. Lo anterior explica por ejemplo, el por qué se ha optado en el sistema capitalista de producción por el desarrollo de una ciencia cada vez más reduccionista, segmentada y simplificada (lo que no significa que cada especialidad carezca entonces de complejidad, pero sí, que pierde la dimensión de la unidad, o en otras palabras, la complejidad del todo).

La crítica sobre la lógica de la tecnología antes esbozada, es "olvidada" en muchas publicaciones de autores de la temática. Tal olvido no es un detalle menor ya que las condiciones que permiten a la clase capitalista diseñar y ajustar la esencia de la ciencia y la tecnología, tanto en su rumbo o modalidad y en su ritmo, parten justamente del rompimiento de esa complejidad del todo. El sujeto, al quedar alienado y convertirse en un "especialista" pierde la perspectiva y complejidad de la unidad. Una educación "a la medida" hace "su" papel continuo en las nuevas generaciones. Esa atomización es la esencia de la lógica capitalista que comienza formalmente con la instauración de la fábrica. En efecto, el todo es "conectado", pero siempre con mediación del capital, asegurando que su modo de "conexión" sea funcional a la lógica del sistema, es decir, a la de los intereses de la clase capitalista, que aunque con intereses privados contradictorios, su objetivo común es la creciente explotación de plusvalor. (9)

Es justo en este sentido en el que Watson puntualiza que hablar de algo tan enorme y extenso como la [ciencia y la] tecnología [propiamente capitalista], "…significa describir la totalidad de la civilización moderna, no sólo el panorama industrial masivo, su aparato estructural, su jerarquía de mando y especialización, y la impronta de ese aparato sobre las relaciones humanas…; sino que también implica…la manera en qué nos vemos, consciente o inconscientemente, a nosotros mismos y nuestro mundo." (10)

Si volvemos nuestra atención a lo meramente científico-tecnológico, las consecuencias son agudas. Considérense las indicaciones de Heisenberg (11) cuando escribe que los datos empíricos se ven afectados por el instrumental analítico, y las de Kuhn (12), que se refieren a la manera en la que el contexto económico y sociopolítico en que opera la comunidad científica afecta profundamente sus formulaciones metodológicas y se introyecta en ellas.

Por todo lo aquí señalado, considero que la historia general de la técnica, como la historia de la humanidad en general, es fundamental para cualquier interpretación del presente y aproximación del mañana; donde esa exploración tiene como propósito esencial, dar cuenta de las posibilidades de un sistema científico-tecnológico a otro. Hacer a un lado esa revisión, como generalmente suelen hacer los "tecnócratas", es no querer ver tales posibilidades, lo que seguramente llevará, cuando menos, a un coqueteo con el sistema actual de producción con su entendimiento peculiar de desarrollo científico-tecnológico y sus costos ecológico-sociales.

Veamos pues la lógica general del avance de las nano-tecnologías como resultado del desarrollo científico-tecnológico capitalista.

Complejidad de la Nanotecnología: mitos y falsas promesas

El grado de complejidad técnica de la nanotecnología es mayor, de ahí que las primeras innovaciones de impacto considerable, se esperen hasta las próximas décadas. Los optimistas de esta tecnología señalan que contribuirá ampliamente en mejorar el medio ambiente y la calidad de vida humana; de entrada en los alimentos (13) y medicamentos. No obstante, la dificultad para manipular estructuras tan pequeñas, incluye conservar el "equilibrio" entre los diversos componentes del átomo y entre los átomos; a su vez entre moléculas, y así seguido.

Como se sabe, el átomo está compuesto por múltiples cuerpos, algunos de los cuales se desconoce totalmente su función. Está el electrón de carga eléctrica negativa (-1), el cual tiene un gemelo con carga positiva, el positrón (+1). Asimismo, está el protón neutro (carga 0) o neutrón, poco más pequeño en masa que el protón positivo (+1) y su gemelo el antiprotón(-1). Hay un pión neutro (carga 0), un poco menor en masa que el pión positivo (carga +1) y su gememelo el pión negativo (carga -1). Vemos el muón negativo (-1) y el positivo (+1). Al igual que parece no existir un electrón neutro, tampoco hay muones neutros. (14)

Los nanotecnólogos, embarcados en una aventura con resultados desconocidos, están enfrentándose a cuestiones verdaderamente complejas. Deben cuidar la relación masa-volumen y de cargas, pero además la funcionalidad de la estructura, que bien puede ser "estable" si se mantiene sin cambios bruscos. Por ejemplo, un desequilibro con posibles resultados imprevistos, es el caso de un procesador (microchip) manufacturado nanométricamente. Éste, al recibir un bombardeo continuo de cargas (por ejemplo para almacenar y/o transmitir información), según la velocidad y cantidad de las mismas, podría desequilibrarse o alcanzar temperaturas muy elevadas. Ese es un gran problema que ya enfrentan las investigaciones de nuevas generaciones de chips, donde el límite de crecimiento de la potencia del chip actual (basado en el silicón) es de aproximadamente una década, momento en el que las temperaturas alcanzadas llegarían a las de un reactor nuclear. La alternativa para no tener un mini-reactor nuclear en las manos, son los chips manufacturados con nuevos materiales (15) diseñados con técnicas nanotecnológicas, que aunque podrían incrementar su capacidad y neutralizar en el corto plazo esos peligros, en el mediano y largo plazo, seguirán presentes e incluso se potenciarían. (16)

Con toda la compleja interrelación de componentes atómicos antes esbozada a groso modo, los señalamientos generalizados en la elite de nanotecnólogos es que, se desconocen el grueso de los principios que rigen los procesos de "ensamblaje" y "fabricación" en la nanoescala de producción (particularmente átomo por átomo). No obstante, las promesas que genera la nanotecnología son de tal magnitud que las multinacionales y gobiernos nacionales del Norte están incrementando sus gastos en investigación.

Hoy en día ya se comercializan algunos productos. Por ejemplo en la electroinformática (nanoelectrónicos, nanotubos y nanocinturones para la fabricación de chips); en la cosmética (nanopartículas para la producción de bloqueadores solares u otros productos); en alimentos procesados y agricultura (nanosensores para la detección de patógenos o contaminantes, sistemas inteligentes integrados a agrocultivos, nanomateriales de origen agrícola, etcétera), en un abanico de nuevos materiales (17); en la medicina (tejidos dañados, monitoreo e intervención en estado clínico crítico, estimulación eléctrica, entre otras aplicaciones); en la conversión energética o como instrumentos de investigación (de medición o simulación); etc.

Uno de los avances más importantes de la nanotecnología es el desarrollo de nanomotores (18) que, con supuestos bajos niveles de consumo de energía, serían el corazón de los tan anhelados nanorobots, mismos que podrían no sólo producir virtualmente cualquier tipo de materia, sino copiarse o autoreplicarse (máquinas que producen máquinas, o máquinas que se re-producen), ello con el objeto, entre otros, de alcanzar escalas de producción económicamente viables, es decir que conecten la nanofabricación con la macrofabricación. Tales dimensiones de ensamblaje, según una publicación de la RAND, The Global Technology Revolution (19), podrían ser capaces, en el futuro próximo, de integrar de entre 100 a 10 mil componentes, alcanzando una dimensión total de aproximadamente de 10 micrones, por lo que la conexión entre el nanomundo y el macromundo, no será posible, según ese documento, hasta después del 2015.

Con el avance de la nanotecnología y su convergencia con la biotecnología y otras ciencias afines a modo de un sistema de innovaciones(20), la posibilidad de invención de nano-cyborgs es por demás aparatosa, dado las implicaciones que tiene. Considérese que la frontera del desarrollo nanotecnológico contempla los nanoensambladores, replicadores y la combinación de inteligencia artificial con la robótica para el desarrollo de nanocyborgs que podrían realizar una diversidad de operaciones como la de interactuar con el cuerpo humano, incluyendo el cerebro.

ETC Group ha venido señalando marcadamente desde mediados del 2002 a la fecha el alto grado de incertidumbre del avance nanotecnológico. Esa ONG canadiense llega a comparar la contaminación genética con lo que lo que sería una contaminación de nanopartículas fabricadas, ello sustentado en los resultados de una reunión de evaluación de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EUA a mediados de marzo de 2002, en la que los investigadores participantes informaron que se están encontrando nanopartículas fabricadas en el hígado de animales de laboratorio, por lo que se considera que las células vivas pueden absorber nanopartículas y que éstas se pueden adherir a bacterias y entrar así en la cadena alimentaría.(21)

ETC Group atinadamente indica que la dimensión con mayor incertidumbre y por ende con consecuencias desconocidas es el cruce que resulta en la nanobiotecnología.(22) Considerando lo anterior y parafraseando a Drexler, señala ETC Group, lo que se podría avecinar es el "Green Goo" (23); una nanobio catastrofe que tiene, entre sus ejes centrales, las reacciones catalizadoras automáticas, es decir reacciones químicas que se aceleran y producen automáticamente.

A pesar de que algunos científicos puntualizan los lineamientos mediante los cuales se podría mantener un margen de control, la incertidumbre, entendida como el potencial de que suceda el green goo, no desaparecería; ello asumiendo la efectividad técnica de tales medidas para controlar el grado de movilidad y operatividad de los nanorobots-autoreplicadores, entre las que se mencionan la estrategia de "reproducción" que empleen, la velocidad máxima de dispersión, los requerimientos energéticos químicos, la resistencia homeostática, y los límites de calentamiento causados por contaminantes.

Además de los señalamientos de ETC Group y otros, hay que tomar en cuenta que el boom de la nanotecnlogía seguirá teniendo una base material que la sostenga. Los tipos de materiales y energía, así como sus dimensiones y ritmos de consumo se desconocen en gran medida. Consecuentemente, es de esperarse un reordenamiento del carácter estratégico del espacio [para ese entonces ya no sólo terrestre (24)], sobre todo en cuanto a los materiales disponibles. Los hotspots ya no solamente serán los que concentren biodiversidad (punto de partida del avance biotecnológico), sino también los espacios que se perfilen como la base material del avance nanotecnológico. Entre el compuesto más solicitado seguramente seguirá siendo el carbono, una sustancia que ya manipula ampliamente la nanotecnología aplicada a la electroinformática, por dar un caso contrastante. El potencial estratégico de otros materiales es una interrogante que los nanotecnólogos tendrían que responder. Asimismo, la decisión sobre el tipo de energía que movería la autorreplicación de nanorobots y otros procesos nanométricos, pondrá sobre la mesa una serie de posibilidades de reconversión energética de fuentes renovables y relativamente "seguras". No obstante, la nanotecnología al potenciar el conocimiento sobre el átomo, también abrirá las puertas al uso de la energía nuclear (fusión o fisión) con todas sus consecuencias.

Lo anterior sin duda alguna genera más preguntas que respuestas sobre las implicaciones de la nanotecnología, sobre todo porque se presenta como algo que plausiblemente dejaría de ser ciencia ficción. Por ejemplo, entre las interrogantes más destacables están: ¿Para qué fines se está desarrollando? ¿A quién beneficiará? ¿Cuáles serán los impactos sociales y éticos? ¿Seguirá los pasos de la biotecnología? ¿Quién la controlará? ¿Qué pasará cuando haya una contaminación constante y permanente de nanopartículas fabricadas en el aire, agua, tierra, etcétera? ¿Cuáles serán las consecuencias en el corto, mediano y largo plazo, de la contaminación de las células vivas que componen la biodiversidad del orbe (incluida la salud humana), un suceso que, como se indicó, ya corrobora la EPA? ¿Se incrementará o reducirá el consumo de materiales y energía con respecto al escenario actual? ¿Qué tipo de materiales y energía serán el corazón de la nanotecnología? Etcétera.

Con toda esa incertidumbre mayor, la elite involucrada en su desarrollo parece estar cegada con las proyecciones del mercado nanotecnológico, que para el 2015 se estima en un billón de dólares anuales (trillion of dollars). No extraña que EUA, la Unión Europea y Japón, estén destinando fuertes montos al sector y ya tengan en su poder, junto con sus multinacionales, algunas patentes o solicitudes de patentes.

EUA tiene una Iniciativa Nacional en Nanotecnología. Japón consolida gran parte de su investigación en su Nanotechnology Research Institute, parte del National Institute of Advanced Industrial Science and Technology, así como en el Nanotechnology Researchers Network Center of Japan. Francia y Alemania han creado un Nano valley o "Corredor de Nanotecnología" en el norte del Rhin. Reino Unido ha establecido un Programa de Enlace en Nanotecnología y desde el The Institute of Nanotechnology, suma los esfuerzos europeos al incluir multinacionales como Glaxo SmithKline, ABB, Merck, Syngenta, Unilever; y los institutos de investigación London Centre for Nanotechnology o el The Scottish Centre for Nanotechnology in Construction Materials; por mencionar unos cuantos miembros.

Acontecimientos relevantes para y en el desarrollo de la Nanotecnología
Año Acontecimiento
1905 Albert Einstein publica un artículo en el que calcula el diámetro de una molécula de azúcar en aproximadamente un nanómetro.
1931 Max knoll y Ernest Ruska desarrollan el microscopio electrónico que permite obtener imágenes subnanométricas.
1959 Richard Feynman da su famosa conferencia sobre miniaturización: "There is plenty of room at the bottom"
1964 Glenn Seaborg, premio Nobel de química, obtiene dos patentes en EUA sobre los elementos Americium #95 y Curium #96. Un antecedente llamativo en cuanto al patentamiento de elementos y materia nanodiseñada.
1968 Alfred Y. Cho y John Arthur de los Laboratorios Bell y sus colegas inventan la epitaxis molecular (molecular-beam epitaxy), una técnica que posibilita depositar un solo nivel atómico (atomic layers) en una superficie.
1974 Norio Taniguchi concibe la palabra "nanotecnología" refiriéndose al trabajo con materiales de menos de un micrón.
1981 Gerd Binnig y Heinr crean el microscopio de exploración por túnel (scanning tuneling microscope) que puede obtener imágenes de átomos individuales.
1985 Robert F. Curl Jr., Harold W. Kroto y Richard E. Smalley descubren la "buckminsterfullernes", también conocido como "buckyballs" de alrededor de un nanómetro de diámetro.
1986 K. Eric Drexler publica Engines of Creation una publicación que populariza la nanotecnología.
1989 Donald M. Eigler de IBM escribe las letras de la multinacional usando átomos individuales de xenón.
1991 Sumio Lijima de NEC en Tsukuba, Japón, descubre los nanotubos de carbón.
1993 Warren Robinett de la Universidad de Carolina del Norte y R. Stanley Williams de la Universidad de California de Los Angeles desarrollan un sistema de realidad virtual conectado a un microscopio de exploración por túnel que permite al usuario ver y tocar los átomos.
La Ric University establece el primer laboratorio de nanotecnología en EUA.

1996 Curl, Kroto y Smalley ganan el premio Nobel de química por descubrir las buckyballs.
1997 Se establece la primer compañía específicamente nanotecnológica en EUA.
1998 El grupo de trabajo de Cees Dekker de la Universidad Delft de Tecnología en los Países Bajos crea un transistor a partir de un nanotubo de carbón.
1999 James M. Tour, ahora de la Universidad Rice, y Mark A. Reed de la Universidad de Yale demostraron que las moléculas individuales pueden actuar como interruptores moleculares (molecular switches).
2000 La administración de Clinton anuncia la Iniciativa Nacional en Nanotecnología, la cual, además de financiar ese campo de la investigación en EUA, también da un gran impulso a las expectativas que ésta genera.
Eigler y otros investigadores desarrollan el espejismo cuántico. Colocando un átomo magnético en un extremo de un aro elíptico de átomos, genera un espejismo del mismo átomo hacia una dirección determinada (según sea enfocado): una posible alternativa para transmitir información sin cables ópticos.

Los laboratorios Luncent y Bell, en alianza con la Universidad de Oxford, crean el primer nanomotor de ADN.

2001 Satoshi Kawati de la Universidad de Osaka en Japón esculpe en resina una composición de toros de 10 micrones de largo por 7 de alto (el tamaño de una célula de sangre roja) por medio de una técnica llamada polimerización del dos-fotón, la cual serviría para la creación de micromáquinas que permitirían llevar tratamientos clínicos a diversas partes del cuerpo humano, inclusive a los vasos sanguíneos más pequeños. Un paso a la construcción de nanomáquinas.
Investigadores de IBM y la Universidad de Delft usan nanotubos de carbón para desarrollar circuitos lógicos nanométricos.

Mitsui & Co. de Japón hace públicos sus planes para manufacturar masivamente nanotubos de carbón.

2002 IBM logra desarrollar un dispositivo de almacenamiento de información con capacidad de 1 billón de bits por pulgada cuadrada o lo que sería un disco duro de unos 100 gigas. Para agosto, esa misma multinacional informa que desarrolló un microscopio electrónico con capacidad para observar el radio de un solo átomo de hidrógeno.



Fuente: Actualizado en base a Gary Stix, "Litle Big Science." Scientific American. Septiembre de 2001: 30; ETC Group. The Big Down: from genomes to atoms. Canadá, 2003.La dimensión militar de la Nanotecnología/ Nanobiotecnología(25)
Diez mil 200 millones de dólares (mdd) es el presupuesto de 2004 para la investigación en Ciencia y Tecnología de la Defensa, como parte de los 379.9 millardos de dólares (mmdd) que componen el presupuesto total del Departamento de la Defensa (DdD). Una parte considerable se destinará a investigaciones nanotecnológicas de carácter militar. A ese monto hay que sumar otra buena cantidad que se destina a investigaciones hermanas y que son fundamentales para el avance de la nanotecnología, sobre todo aquellas que convergen con ésta. (26) Entre otras entidades que tienen programas en nanotecnología y afines está la NASA (con un presupuesto de 15.4 mmdd en 2004). Destaca su programa de Biological and Physical Research (973 millones en 2004). Se suma la National Science Foundation – NSF (5.4 mmdd) con su proyecto Nanoscale Science and Engineering (250 millones en 2004). El Departamento de Energía destinará en 2004 alrededor de 740 millones a la investigación en High Energy Physics, 260 millones en Fusion Energy Sciences y, 400 millones en Nuclear Physics. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) tiene agendados más de 800 millones a Ciencia y Tecnología (Contramedidas radiológica/nucleares contempla 137 millones; Contramedidas biológicas 365 millones; Contramedidas químicas-explosivas 65 millones; etcétera). Finalmente, se destina una partida bajo el rubro de Iniciativa Nacional de Nanotecnología que para el 2003 destina 700 mdd. Entre las prioridades que suscribe la Iniciativa, destaca en lo militar, la búsqueda de soluciones para la detección y protección de armas biológicas-químicas-radiológicas-explosivas, así como para el monitoreo del estado de salud de cada soldado con el objeto de aumentar su sobrevivencia mediante nanobiosistemas. También se puntualiza el desarrollo de sensores inteligentes, nanofilamentos o nanopolvos para la confección de ropa, máscaras y equipo militar personalizado con funciones camaleónicas en relación activa al medio ambiente; que protejan de la insolación a través de materiales de alta nanoporosidad; que neutralicen todo tipo de agentes químico-biológicos y/o que "administren" antídotos.

Otros programas indican que el DdD busca alentar el ensamblaje tridimensional de nanoestructuras para desarrollar mejores versiones de la mayoría de las armas convencionales (armamento más ligero y con mayor capacidad de municiones, miras multi-espectro, balas guiadas, o armas que se auto-disparan cuando es detectado el enemigo), así como el desarrollo de nuevos materiales para armas no-convencionales. (27)

Tales facetas de investigación militar no son las únicas, de hecho son las que constituyen la "cola" de la investigación nanomilitar. En tal sentido, Cliff Lau de la Oficina de Investigación Básica del la Secretaria de la Defensa, ha señalado que, "…dado el gran potencial para incrementar las capacidades de combate en la guerra, la nanotecnología sigue siendo una de las prioridades más altas en los programas de investigación del DdD. [De ahí que] el gasto del DdD en nanotecnología se enfoca en tres áreas nanotecnológicas de importancia crítica: diseño de nanomateriales, nanoelectrónicos/magnéticos/optoelectrónicos y nanobiosistemas [nanobiotecnología]." (28)

Las investigaciones puntuales en curso y programadas del DdD (29), sobre todo de las últimas dos áreas, sugieren la construcción de cualquier tipo de armamento o instrumental de espionaje o asesinato, selectivo o masivo a cualquier escala. (30) Por ejemplo, en términos no convencionales, los bionanorobots o nanocyborgs (replicables o no-replicables), podrían ser diseñados para que, por ejemplo una vez ingeridos aeróbicamente por el humano, busquen ciertos códigos genéticos pre-programados y se autodestruyan en una "apropiada" ubicación (como el cerebro). Es decir, los nanocyborgs fungirían, en este caso, como el arma químico-biológica más potente, imperceptible y eficaz en el micro y macro blanqueo del enemigo. Ello indica radicalmente nuevas dimensiones y escenarios de violencia, subyugación y dominio, dentro y fuera del campo de batalla (véase más adelante). La utilidad militar de los nanocyborgs no se limita a eso, también pueden ser diseñados para curar al soldado "desde adentro" o, desde otra perspectiva totalmente distinta, para atacar ciertos metales, lubricantes, plásticos u otros materiales; el objetivo: la destrucción de armas convencionales u otras infraestructuras estratégicas. * De salirse de control o, del rango de operatividad previsto, la incertidumbre sobre los peligros a la salud humana y el medio ambiente respectivamente, es de llamar la atención.

Todo ese prometedor avance de la convergencia de la nanotecnología y la biotecnología (entre otras afines), viene redefiniendo la concepción de los estrategas militares sobre la "seguridad nacional" y los plausibles escenarios de guerra. Los think tanks del Pentágono están preocupados por las implicaciones que tendría el avance de las mencionadas tecnologías convergentes por parte del enemigo, por lo que sus sugerencias son esenciales para tomar contramedidas y situarse tecnológicamente un paso adelante. Entre lo que ya se menciona, por ejemplo, es que la determinación del grado de confidencia para ejecutar o resistir una agresión militar se volverá ineficaz dadas las características y rapidez que alcanzaría la fabricación del armamento; que el tiempo para la toma de decisiones de emergencia y de inteligencia se reducirá; que el instrumental para la infiltración encubierta de inteligencia y de sabotaje, hará difusa la distinción entre confrontación y guerra; que en el espacio, los satélites civiles y militares (propiamente de espionaje), podrían ser atacados fácilmente por otros mini-satélites (replicadores) que tuvieran como misión dejar "ciego" al enemigo; o que el armamento nuclear podría volverse altamente vulnerable a novedosas técnicas de ataque o neutralización. Por todo lo anterior, la consideración general en cuanto a la estrategia militar global, apunta hacia el fortalecimiento de la capacidad de ejercer un potente primer ataque, ya que con las nano-bio-tecnologías, la capacidad de una respuesta aniquilatoria podría ser neutralizada. Más aún, esa tendencia sería fortalecida con la introducción de nanocyborgs replicadores para la fabricación de armamento ya que, el hecho de saber que el enemigo cuenta con replicadores más rápidos y eficientes, estimularía fuertemente a llevar a cabo un primer ataque (an early first strike).

Como puede deducirse, la competencia intercapitalista a nivel de las redes industriales tecnológicas es central para la geopolítica de EUA y otros Estados-nación involucrados en el desarrollo militar de las ciencias convergentes; no sólo desde la perspectiva de la guerra convencional (caliente) y la guerra fría, sino también desde la noción del terrorismo de Estado. Por ello, el avance y "socialización" de tales tecnologías en su versión militar debe de considerar entre las consecuencias, aquellas ecológicas y sociales, resultantes de la guerra, el terrorismo de Estado y el terrorismo internacional (vinculado o desvinculado al Estado-nación). (31)

En un panorama en el que las tecnologías convergentes no permitirán mantener una estabilidad entre rivales armados, y en el que los Estados-nación, sus institutos de investigación/universidades, y sus multinacionales [considérese tanto sus divisiones civiles como militares] (32) están cada vez más involucrados en su desarrollo, la discusión colectiva de las implicaciones de su desarrollo, tanto en la esfera civil/productiva, como en la militar/improductiva, es urgente. En el intermedio, un acuerdo mundial que limite su desarrollo sería más que conveniente como primer paso. La posibilidad de un gray/green goo existe a partir del momento en que se desarrollan las tecnologías convergentes, pero se incrementa proporcionalmente con la apertura de opciones para su uso deliberado bajo la racionalidad-irracional militar. Un Tratado Internacional sobre Armamento Nanobiotecnológico que actualice el espectro de agentes que ya no contemplan los Tratados Internacionales de Armas Químico-Biológicas resulta fundamental, ahora que el verdadero potencial de las tecnologías convergentes todavía no se libera. Aunque claro está, que la irresponsable actuación unilateral de EUA sobre esos últimos Tratados y su constante violación [una de las más recientes alude a la patente de una lanza granada de agentes químico-biológico (33)] llama preocupantemente la atención.

Una reflexión final

Debido a que el desarrollo científico-tecnológico capitalista no ha servido para potenciar la conciencia social total, entendida como la humanidad que se piensa desde la perspectiva de la vida de todos y cada uno de sus individuos (Durkheim), considero que hay que detenerse seriamente a reflexionar para proceder con cualquier intento de redefinición. Ello no significa que entonces deba oponerse a todo desarrollo tecnológico (incluyendo muchas innovaciones resultantes del sistema científico tecnológico capitalista), ni tampoco a que se tienda a soluciones unidimensionales, al contrario.

En el caso de la nanotecnología, de entrada se debería discutir a fondo, distinguiendo entre problemáticas "prácticas" y "técnicas", político-económicas, militares, ecológicas y sociales; todo en un contexto de moratoria en la investigación hasta llegar a un acuerdo internacional. No se trata de ser más, o menos radical, sino solamente de medir el desarrollo tecnológico desde la perspectiva de la vida, no únicamente humana y no solo en beneficio de algun@s.

NOTAS

(*) Economista mexicano egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Con el auspicio de la Agencia Española de Cooperación, actualmente es candidato doctoral en Ciencias Ambientales, opción Economía Ecológica, en la Universidad Autónoma de Barcelona. Autor de La Amenaza Biológica (Plaza y Janes, 2002
(1) Febrero de 1960. Feynman, Richard. "There´s plenty of room at the bottom." Annual meeting of the American Physical Society del California Institute of Technology (Caltech). Publicado en Engineering and Science. EUA.
(2) 2002. Delgado, Gian Carlo. La Amenaza Biológica. Plaza y Janes. México: 48.
(3) Según la National Science Foundation de EUA, "…la manipulación de estructuras de 100 nanómetros o menos permitirá diseñar y controlar atributos físicos y químicos a escalas de la estructura molecular, para después ser unidas y formar estructuras más largas [conexión entre el nanomundo y el macromundo]." (Delgado, 2002. Op Cit: 50)
(4) Delgado, 2002. Op cit: 198.
(5) Los múltiples señalamientos y ejemplos de Kuhn al respecto son de gran valor. Para el autor, por ejemplo, "…los significados son productos históricos, y cambian las demandas sobre los términos que los poseen. Es sencillamente poco plausible que algunos términos cambien sus significados cuando se transfieren a una nueva teoría sin afectar los términos transferidos con ellos. Lejos de suministrar una solución, la frase ‘invariancia del significado’ sólo puede proporcionar un nuevo ámbito para el problema planteado por el concepto de inconmensurabilidad." (2002. Kuhn, Thomas. El camino desde la estructura. Paidós Básica. España: 51)
(6) 1987. Veraza Urtusiastegüi, Jorge. Para la Crítica de las Teorías del Imperialismo. Itaca. México: 53-54.
(7) Ibid: 123-124.
(8) 2002. Watson, David. Contra la Megamáquina: ensayos sobre el imperio y el desastre tecnológico. Alikornio ediciones. España: 20.
(9) Watson escribe al respecto que "…es una forma de organización social que, debido a la complejidad y a las enormes dimensiones de un sistema tecnológico moderno, "hace necesaria" una interconexión y estratificación de tareas y un mando autoritario en todas sus actividades…" (Watson, 2002. Op cit: 21-22.)
(10) Watson, 2002. Op Cit: 13. Las cursivas son mías.
(11) En 1927, Heisenberg sostuvo que lo que impide a la física moderna retener la causalidad es "la imposibilidad física de medir simultáneamente valores exactos de variables conjugadas, tales como la posición y la velocidad de una ‘partícula’; y que ello, a su vez, nos impide formular predicciones exactas sobre los estados futuros de ésta." En realidad "en la formulación rigurosa de la ley causal, ‘si conocemos el presente con exactitud podemos calcular el futuro’, lo falso no es la inferencia, sino la premisa. No podemos, en principio, conocer el presente hasta el último detalle." (1978. Bunge, Mario. Causalidad: el principio de causalidad en la ciencia moderna. Editorial Universitaria de Buenos Aires).
(12) Véase: 1977. Kuhn, Thomas. La estructura de las revoluciones científicas. Fondo de Cultura Económica. México.
(13) Caso del NanoteK, parte de Kraft Foods-Philip Morris.
(14) Para explicar la existencia del núcleo con "componentes" de cargas opuestas que técnicamente se atraerían y autodestruirían, el físico japonés Yukawa había considerado postular la existencia de una partícula de masa intermedia entre el protón y el electrón. A esa partícula intermedia que encontró en 1936 se le denominó "mesotrón" del griego meso (en medio, intermedio). El descubrimiento tenía dos fallos. El mesón resultaba ligero como para poder contrarrestar las cargas del núcleo; pero sobre todo, no tenía la propiedad más importante del mesón: la de reaccionar muy rápidamente con los protones del núcleo de modo que sirviese como "cemento" del núcleo atómico. Con un protón tenía que reaccionar en alrededor de una trillonésima de segundo. No fue hasta 1948 que se descubrió un nuevo "mesón" de mayor masa y que sí realizaba las funciones descritas teóricamente por Yukawa. Al "fallido" mesón de Yukawa se le denominó muón (mu - inicial), mientras que al segundo pión (pi –radiación primaria). Las funciones del muón en ese entonces eran totalmente desconocidas. (1995. Asimov, Isaac. "El electrón es zurdo y otros ensayos científicos". Alianza. España: 186-198)
(15) La lógica de la industria de los nuevos materiales ya no es la de encontrar aplicaciones a materiales que se encuentran en la naturaleza, sino a la inversa. Concebir la aplicación para después diseñar el material. Para el caso de la microelectrónica, los nuevos materiales se diseñan para incrementar la capacidad de transmisión y almacenaje de información óptica. Los nuevos polímeros se están usando por su capacidad para guardar hologramas de varias páginas de información en bloques inorgánicos de cristales ferrosos u otros materiales prediseñados. (Delgado, 2002. Op cit: 55-56)
(16) Véase: 10 de mayo de 2003. "Less is Moore." The Economist. Reino Unido.
(17) Fibras, cerámicas u otros materiales más resistentes, nanocristales, adhesivos para su uso industrial, materiales inteligentes, otros nanomateriales para la manufactura de nanobienes determinados, etcétera.
(18) Por ahora, los primeros pasos a la nanofabricación ya se están dando. Carlo D. Montemagno de la Universidad de Cornell ha demostrado la posibilidad de construir nanomáquinas primitivas en base a un motor biológico. Montemagno extrajo un motor rotatorio proteico de una célula bacterial y lo conectó a un nanorrotor. El resultado: un motor-rotor de 11 nanómetros de altura, 750 de largo y 150 de ancho, impulsado por adenosina trifosfato (ATP), que alcanza una velocidad de ocho revoluciones por minuto. Aunque primitiva, demostró la posibilidad de su existencia.
(19) 2001. Antón, Silberglitt y Schneider. The Global Technology Revolution. National Intelligence Council/Rand Corporation. EUA. Consúltese en: www.rand.org/publications/MR/MR1307/
(20) Sigo la sugerencia de Alejandro Nadal. (Conferencia sobre nanotecnología impartida en la Facultad de Economía de la UNAM. México, mayo de 2003).
(21) Véase: 2002. ETC Group. Communiqué. No. 76 y 77. Disponibles en www.etcgroup.org
(22) Ibidem.
(23) Eric Drexler introdujo en 1986 el término de "gray goo" en su libro Engines of Creation: The Coming Era of Nanotechnology. Se refiere a la destrucción de la vida como resultado de una propagación accidental e incontrolable de self-replicating assemblers o nano-robots/cyborgs que se autoconstruyen (Véase particularmente el apartado titulado Engines of Destruction)
(24) Como se sabe, las expediciones a Marte y los planes de construcción de estaciones en ese planeta y en la Luna, de concretarse, ampliarían las dimensiones geoeconómicas y geopolíticas actuales, tal y como ya lo viene haciendo la Estación Espacial Internacional alrededor de la órbita terrestre.
(25) El señalamiento del potencial militar de la nanobiotecnología lo señale en el 2001 siguiendo la sugerencia de Pat Money, director de ETC Group, sobre los peligros militares de la nanotecnología (2001. Delgado, Gian Carlo. Geoeconomía y Geopolítica de la Biotecnología a fines del siglo XX. FE, Unam. México). Para una revisión puntual del caso del la biotecnología en el desarrollo de armas biológicas véase Delgado, 2001 y Delgado, 2002. Op cit: 317-343)
(26) Según la Iniciativa Nacional en Nanotecnología de EUA, las tecnologías convergentes con la nanotecnología son particularmente "la informática, [y] la biología moderna [incluyendo la biotecnología]." (National Nanotechnology Initiative: from vision to commercialization. Washington, D.C. Abril de 2003.) Al igual que para el DdD, ETC Group indica que además de las listadas por la Iniciativa, se suman las neurociencias. (Consúltese: 2003. ETC Group. The Big Down: from genomes to atoms. Canadá)
(27) Según Siniscalchi, "…las tecnologías no-letales cubren un amplio rango de posibilidades, incluyendo armas biológicas y químicas, control de masas, así como armas exóticas de última generación…El DdD define como armas no-letales aquellas que están diseñadas explícitamente para incapacitar al personal o infraestructuras enemigas…" Entre las que se desarrollan están las armas químicas y biológicas no letales, las armas ópticas y acústicas, las de macro y micro ondas, polímeros y espumas inmovilizantes, armas de antimateria y de pulsos electromagnéticos, etcétera. (Véase: 2001. Siniscalchi, Joseph. "Nonlethal Technologies and Military Strategy" en Martell, William. The Technological Arsenal: emerging defense capabilities. Smithsonian Institution. Londres: 129-150)
(28) Abril de 2003. National Nanotechnology Initiative: from vision to commercialization. Washington, D.C. www.infocastinc.com
(29) Algunas de las áreas de investigación que impulsa la Iniciativa Nacional de Nanotecnología son: Nano máquinas y motores; Nanoestructuras para efectuar reacciones Catalíticas; Control Biomolecular de la formación de estructuras nanoelectrónicas y nanomagnéticas; Nanocomposites de polímeros para Sistemas de alta velocidad y espaciales; Nanosistemas de reconversión energética; nanofotones y Nanoelectrónicos Orgánicos; Caracterización de Elementos Nanométricos; Elementos, Intrumental y Sistemas; Computadoras e instrumental Cuántico; Síntesis, purificación y funcionalización de nanotubos de carbono; Reconocimiento Molecular y Señalamiento de Transducción en sistemas biomoleculares; Instrumental electrónico y Arquitecturas Nanométricas; Síntesis y Modificación de Nanoestructuras.
Entre otras que ha financiado la Agencia de Investigación y Desarrollo de Defensa (DARPA) están: Computadoras Biológicas y Amorfas, Materiales Nanomagnéticos; Intercomunicación de sistemas bio-info-físicos; Materiales, instrumental estructural, y microinstrumentos biomoleculares más allá del silicón, todos a escala nanométrica; Impresión molecular; Electrónicos moleculares; Nanotecnología y Formaciones cristalinas; Investigación Nanoeléctrica; Etcétera. (Febrero de 2000. DdD, Department of Defense FY 2001 Budget Estimates. RDTE Defense-Wide, vol. 1, DARPA)
(30) Ya se alerta sobre la posibilidad del uso de nanorobots como fuerzas para mantener el orden legal. En tal sentido, una nanopolicía podrían desencadenar, parafraseando a Drexler, un "blue goo".
(31) Para una discusión puntual sobre terrorismo de Estado y terrorismo internacional, véase: 2002. Delgado, Gian Carlo y Saxe-Fernández, John. Globalización del Terror, Amenaza Bioterrorista. Centro Marinello. Cuba.
(32) Un ejemplo clarificador de esa conexión civico-militar es la del Nanobiotechnology Center (NBTC) de EUA que reúne a instituciones como la Cornell University, el Wadsworth Center (New York State Health Department), Clark Atlanta, Howard, Princeton, y varias Universidades de Salud y Ciencia de Oregón. Otras conocidas multinacionales por su posicionamiento en el negocio de la biotecnología, también cuentan con importantes centros de investigación en nanotecnología y nanobiotecnología. Caso de Monsanto o Syngenta.
(33) Según denuncia The Sunshine Project, "La patente estadounidense #6,523,478, otorgada el 25 de febrero de 2003, cubre un ‘distribuidor de carga no letal lanzado por fusil’ que está diseñado para lanzar aerosoles, entre esos, según la patente, ‘agentes de control de motines, agentes biológicos, (y) agentes químicos’." (Véase: Mayo de 2003. Sunshine Project. "Ejercito de EEUU patenta granada para lanzar armas biológicas" EcoPortal. Argentina. Disponible en: www.ecoportal.net)

Deuda y Ecologia Politica de los minerales no energeticos en AL

Deuda y ecología política de los minerales no energéticos en AL
Gian Carlo Delgado Ramos



Publicado en:
MEMORIA. Número América Latina | 203 / enero 2006 |
http://memoria.com.mx
AMBIENTICO. No. 145 Costa Rica, octubre de 2005 (Título: "Metales en América: explotación y ambiente. El caso tico de Glencairn) www.ambientico.una.ac.cr

Abstract
En América Latina la ecología política de los minerales no energéticos es particularmente delicada pues esa industria extractiva, altamente devastadora ambiental y socialmente, está vinculada sobre todo a la transferencia de excedentes hacia los estados capitalistas centrales, sobre todo hacia Estados Unidos, un país que en los últimos 50 años ha visto aumentar dramáticamente su dependencia a las exportaciones de minerales estratégicos. Una revisión del panorama actual devela la creciente y sostenida deuda ecológica que el Norte debe al Sur a causa de una actividad, entre otras, a la que públicamente no suele ponerse ya mucha atención.

Palabras clave: minerales estratégicos, deuda ecológica, transferencia de excedentes, ecología política, medio ambiente.



Introducción

En América Latina (AL) como en el resto de estados capitalistas periféricos (ECP), la problemática ambiental vinculada a la minería es particularmente delicada pues los ritmos de explotación y de generación de residuos contaminantes sobrepasa la capacidad de los ecosistemas. Se trata de uno de los principales resultados de la constante y creciente transferencia de riqueza que tiene como sustento el pago de las deudas externas y que sólo ha sido posible a través de la anuencia de una oligarquía local para consolidar el saqueo mediante el aumento genuino de la productividad, el empobrecimiento de las personas de los países deudores y el mencionado abuso a la naturaleza. Tal saqueo Norte-Sur no se limita a los últimos tiempos, tiene sus orígenes desde la época colonial cuando por ejemplo, se calcula que representó entre 1503 y 1660, en base a datos de los Archivos de las Indias, una extracción tan sólo de metales preciosos por unos 185 mil kilos de oro y unos 16 millones de kilos de plata. Para el caso puntual de México, la extracción de plata entre 1521 y 1921 representó cerca de dos terceras partes del total de la producción mundial de ese metal o más de 155,000 toneladas con un valor estimado para ese último año de 3 mil millones de dólares. Los impactos ecosociales de la explotación de tales minerales, si bien fueron devastadores, no podían alcanzar las dimensiones insostenibles que se registran debido al empleo de tecnologías y técnicas propias del siglo XX y XXI.
Ahora bien, vale puntualizar que AL ha sido fuente no sólo de recursos valiosos como el oro o la plata (o lo que se conoce en la teoría-mundo como preciosities), sino también de diversas materias primas que se han caracterizado por tener un bajo precio y que son extraídas fundamentalmente para su exportación a granel (o bulk commodities); un rol que en la actualidad continúa siendo central y que es llevado a cabo ya no por el aparato de ‘funcionarios’ de la Colonia sino por actores empresariales de los ECC y de aquellos nacionales/locales, independientemente de que muchas veces estos últimos terminen siendo socios de los primeros.
Tal mecanismo de transferencia de la riqueza natural se ha venido consolidando, por un lado, a partir del ya indicado pago de intereses de las deudas externas que tienen los países en cuestión y; por el otro lado, desde un sostenido comercio ecológicamente desigual que se caracteriza tanto, por una fuerte divergencia del tiempo -natural- necesario para producir los bienes exportados por los ECP (un tiempo mucho más largo que aquel que requieren los bienes –industriales- y servicios de los ECC), como por la falta de incorporación de los “costes ambientales” en los precios de las exportaciones de los ECP (caso de la explotación minera y que incluye la de los hidrocarburos).
Diversos estudios sobre el saqueo de los recursos naturales de AL han sido realizados desde hace ya varios años. Entre los más conocidos destaca el trabajo de Eduardo Galeano o el de Jacobo Schatan . En el mismo tenor y como respuesta a tal saqueo, una serie de especialistas en la materia han venido hablando correctamente -ya desde 1992 con el Instituto de Ecología Política de Chile (IEP) - de una Deuda Ecológica que tienen los países del Norte con los del Sur ya que éstos últimos, como se puntualizó, tienen que aumentar su productividad y sobreexplotar sus recursos naturales. Y, como se suele decir en la juerga de la economía ecológica, dado que los tipos de interés son usualmente altos y el peso de la deuda es grande, se infravalora el futuro y se relegan las cuestiones ambientales a favor del presente.
No sorprenden entonces los datos proporcionados en 1999 por Schatan cuando indicaba que, “…el volumen de exportaciones de AL ha aumentado desde 1980 hasta 1995 en un 245 por ciento. Entre 1985 y 1996 se habían extraído y enviado al exterior 2,706 millones de toneladas de productos básicos, la mayoría de ellos no renovables. El 88% corresponde a minerales y petróleo. Haciendo una proyección hacia el 2016 se calcula que el total de exportaciones de bienes materiales de AL hacia el Norte sería de 11,000 millones de toneladas. Entre 1982 y hasta 1996, en catorce años, AL había pagado 739,900 millones de dólares, es decir, más del doble de lo que debía en 1982 -unos 300,000 millones de dólares- y sin embargo seguía debiendo 607,230 millones de dólares.” La tendencia se mantiene hasta ahora.
En este último punto, un estudio de Saxe-Fernández y Núñez corrobora los datos anteriores y, además, muestra que entre 1976 y 1997 AL realizó una transferencia total de excedentes (no sólo de pago de intereses de deuda) a favor de los países ricos, conservadoramente estimada en 2 billones 51 mil 619 millones de dólares, deflactados al PIB 1990 de EUA.

El impacto medioambiental (y social) en AL, como puede deducirse, es de orden mayor. Un panorama que se recrudece si se contemplan las diversas infraestructuras que se han emplazado y se tienen proyectadas como parte de proyectos de ‘desarrollo” de tipo extractivo e industrial-maquilador (autopistas, ferrocarriles de alta velocidad, hidroeléctricas, hidrovías, etcétera). Ello es así porque, por un lado, tal infraestructura impacta directamente en los ecosistemas, muchas veces de modo irreversible; y porque, por el otro lado, justamente esa infraestructura es la que permite intensificar la explotación de los ecosistemas para facilitar la transferencia de riqueza a favor de los acreedores, particularmente de EUA, una potencia que históricamente ha mantenido una vasta proyección militar sobre la región y en zonas con recursos estratégicos. Y es que como se sabe, “…las regiones del trópico combinan su alta incidencia de biodiversidad con las altas concentraciones de minerales. Juntas…[a nivel mundial]…representan importantes centros de producción de minerales con el 17.4% del hierro, 14.2 del cobre, 2.2% del oro y el 50.4% de bauxita.” Esas mismas zonas megadiversas atraen las lluvias y la humedad atmosférica, factores que contribuyen incrementar sus importantes reservas de agua dulce.
Por dar un ejemplo de la riqueza mineral en el hemisferio, cabe indicar que se sabe que desde la parte central del Istmo de Tehuantepec –México- (Sierra Mixe, Chimalapas y parte de Uxpanapa), y en dirección sureste, la topografía se comprime por la presión de las placas continentales del Golfo de México y sobre todo, el Golfo de Tehuantepec, presentándose la formación de abruptas sierras, cubiertas de extensos bosques y selvas con afloramientos rocosos y con presencia de yacimientos de hierro y regiones con potencial no metálico en barito, fluorespato, grafito, cuarzo, calcita, dolomita, puzol, toba, mármol, yeso, amatista, caliza, granito y titanio, así como cobalto, níquel, cromo, potasio, mica, tungsteno, calhidra, y fosforita. En Centroamérica se pueden encontrar yacimientos de oro en Nicaragua y Costa Rica, y en menor medida en Honduras y Panamá; de plata en Honduras; de cobre en Honduras y Panamá. Afloramientos no metálicos como azufre, asbesto, granito, cemento, etcétera, se concentran en Guatemala, El Salvador y en menor medida en Honduras.
Así, tomando nota de la riqueza, en este caso del subsuelo mesoamericano, resulta fundamental un balance de los ritmos de saqueo de esa riqueza y de las reservas remanentes. Especial atención requiere el carácter geoeconómico y geopolítico de los recursos per se donde hay que tener presente que organismos como el Banco Mundial o el Banco Interamericano de Desarrollo se colocan como verdaderos instrumentos de proyección de la Pax Americana y, dado que EUA claramente tiene una marcada ventaja hemisférica (de proyección económica y diplomilitar), la lectura se hace desde la perspectiva de la histórica dependencia estadounidense de recursos naturales del hemisferio.
EUA y la transferencia de la riqueza mineral latinoamericana

Como es de conocimiento público, la dependencia estadounidense, en primer plano, de petróleo y, en segundo plano, de minerales, es un hecho cada vez más agudo. Se trata de un hecho que desde la segunda guerra mundial era reconocido por William Clayton, entonces subsecretario de Estado de esa potencia norteña cuando indicó que: “…debido al serio desgaste de nuestros recursos naturales durante la guerra, debemos ahora importar muchos minerales y metales…Ciertamente hoy somos importadores netos de casi todos los metales y minerales importantes excepto dos, el carbón y el petróleo. Quién sabe por cuánto tiempo podremos seguir adelante sin importar petróleo.”
Y en efecto, la dependencia de EUA a las importaciones de esos recursos no sólo se ha mantenido sino que ha aumentado a ritmos preocupantes. En el caso del petróleo, ésta pasó en 1973 de ser del 28% a cerca del 55% en 2003 y se calcula que para el 2025 será de un 70 por ciento. Para 2002, los 4 principales países exportadores de crudo y sus derivados hacia EUA eran, Canadá con cerca de 2 millones de barriles diarios, Arabia Saudita y México con poco más de 1 millón y medio de barriles diarios respectivamente (Arabia Saudita exporta tan solo 5 mil barriles diarios más) y, Venezuela con casi un millón 400 mil barriles diarios. En el hemisferio, Colombia aporta 260 mil barriles diarios. Los datos anteriores revelan la verdadera importancia de las reservas petroleras hemisféricas para la economía estadounidense a lo largo del siglo XX, y ciertamente principios del siglo XXI, momento en el que tales reservas mantenían una posición por encima de las reservas de Medio Oriente o Rusia.

Sin indagar en el caso puntual del petróleo, del gas o del resto de combustibles fósiles, y volviendo a nuestro hilo temático central, en cuanto a minerales no energéticos, EUA dependía, cuando menos desde la segunda guerra mundial, en un grado creciente de las importaciones. Esa dependencia según da cuenta un estudio de Saxe-Fernández de 1979 registró para ese entonces porcentajes importantes de dependencia en minerales estratégicos tanto en el caso de EUA y Europa: bauxita en un 88% y 50% de su consumo era importado respectivamente), el cobre en un 16% y 99%; el níquel en un 61% y 90%; el plomo en 12% y 85%; el zinc en 60% y 74%; los de estaño en 75% y 90%; los de cobalto en 94% y 98%; los de hierro en 35% y 85%, los de manganeso en 100% y 99%; y los de cromo en 90% y 95% respectivamente. En los primeros años del siglo XXI la dependencia estadounidense (y en buena medida europea) era total en minerales como el arsénico, asbestos, bauxita, grafito, o manganeso. En el caso de EUA, casi en su totalidad en minerales como platino, diamante industrial, barita, cobalto, cromo, manganeso, potasio o titanio. Y, con poco más o poco menos de la mitad de dependencia se colocaban minerales como el silicón, zinc, plata, cobre, aluminio, amoniaco o el níquel.
En el caso del oro, un metal estratégico en el marco del funcionamiento de la economía mundo, se viene registrando un boom en su extracción que encuentra su origen en la creciente inseguridad económica de principios del siglo XXI pero que viene gestándose desde por lo menos la década de 1980. En particular destaca la inestabilidad de la economía estadounidense que, a la par de la aparición del euro, ha generado una estrepitosa caída de las reservas internacionales en dólares que pasó, a nivel mundial, del 76% en 1976 al 50% en 1990. Junto al aumento de los petroprecios y la profundización de la deuda de esa potencia norteña las expectativas de una convulsión económica mundial es probable, escenario en el que el oro juega un rol fundamental precisamente porque unilateralmente Nixon desvinculó el dólar del oro en 1971 con el objeto de descargar sobre el resto del mundo los costos del elevado déficit fiscal de EUA por la vía del dólar (de ahí que se calcule que EUA depende, para salir del atolladero y enfrentar sus necesidades de financiamiento, de unos 2 mil millones de dólares diarios del exterior o el equivalente al ahorro total generado por las exportaciones de todos los países de Asia y Europa). Ante un eventual escenario de esa naturaleza se puede deducir que el oro ya comienza a ser una inversión refugio para salvaguardar el valor de los capitales ante una potencial devaluación del todavía papel moneda más importante de la economía mundo. La agudización de la crisis en 1982 corrobora tal tendencia ya que los precios del oro alcanzaron índices astronómicos.
Por lo anterior, es de esperarse que la extensión de las actividades mineras de oro se mantenga a pesar de los costes ambientales que pudieran implicar; ello sobre todo y por el momento en los países del Sur ya que el actual precio del oro hace que excavar en uno de estos países sea más ventajoso que hacerlo en los países del Norte debido al bajo retorno de ganancias en esos últimos. Se sabe, por ejemplo, que en Canadá extraer una onza de oro cuesta alrededor de $325/oz y como el valor está ligeramente sobre los $400 no vale la pena invertir tanto por tan poco retorno. No obstante, de aumentar el precio del oro, por ejemplo a los $900/oz que es lo que los expertos estiman podría llegar a ser el valor del oro en los próximos años, las minas del Norte podrían comenzar a ser objeto de explotación rentable. Por ejemplo, Canadá podría figurar como una reserva importante de oro en un escenario de ese tipo y que, con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) en función, se estaría especulando de una transferencia de ese mineral hacia EUA, aunque en efecto con rangos de saqueo menores a los efectuados en AL pero con similares grados de devastación ambiental y de costos sociales (véase más adelante).

Ahora bien, de los minerales no preciosos que destacan por su dimensión de uso, vale puntualizar el caso del aluminio, el cobre, el zinc y el níquel.
La dependencia estadounidense de aluminio rondó, para principios del siglo XXI, el 40% del consumo de esa potencia, que en términos concretos asciende a más de 4 mil toneladas métricas. Si se mide en términos de alúmina o bauxita la dependencia es total, alcanzando importaciones para el 2003 de cerca de 9 millones de toneladas métricas.
Si hablamos de aluminio (alúmina y bauxita procesadas), Canadá aportó el 59% de las importaciones estadounidenses del mineral, Venezuela el 5% y México el 2 por ciento. En total AL cubrió dos terceras partes del aluminio importado. Si nos referimos a bauxita, estas provinieron, de AL, en un 35% de Jamaica, en un 11% de Guyana y en un 10% de Brasil. Si se trata de alúmina, las importaciones fueron cubiertas en 10% por Jamaica.
Las cifras anteriores toman las dimensiones geoeconómicas y geopolíticas adecuadas cuando se tiene en consideración que la tercera parte de las reservas mundiales de bauxita se localizan en Sudamérica, particularmente en Brasil donde según estimaciones de fines del siglo XX se encuentran reservas por 2 millones y medio de toneladas métricas. Le sigue Jamaica con una suma similar, Guyana con 900 mil y Venezuela con 350 mil toneladas métricas. Así pues, dado el abanico de usos del mineral, empresas como Alcoa (EUA) se han avalanzado hacia las reservas latinoamericanas de aluminio (alúmina y bauxita) fomentando e incluso financiando el emplazamiento de hidroeléctricas para que produzcan la energía necesaria para transformar el mineral en aluminio, un proceso que requiere grandes cantidades de electricidad y que en Sudamérica es abastecida en un 91% por hidroeléctricas. El impacto ecológico y social como consecuencia del emplazamiento de tales hidroeléctricas y sus embalses, así como del proceso de extracción del aluminio ya es mayor lo que hace que la producción del mineral arrastre consigo una pesada mochila ecológica que en el marco del comercio internacional coloca la venta de aluminio como una transacción de fuerte comercio desigual.

En el caso del cobre, la dependencia estadounidense figuró con cifras similares a las del aluminio. En este caso con un 40% del consumo nacional que fue cubierto, a principios del siglo XXI, con importaciones provenientes de Canadá en un 28%, Chile en un 26%, Perú en 23% y México en un 9 por ciento. El monto total de cobre importado por EUA ascendió en 2003 a casi 900 mil toneladas métricas de mineral refinado y a un millón 140 mil sin manufacturar. Entre las reservas más importantes de cobre en el hemisferio y que históricamente han sido transferidas a pesar de los altos costos ambientales hacia EUA u otros países como Japón y China que ahora se colocan a nivel mundial como importadores netos de cobre por encima de EUA, están las chilenas con cerca de 360 millones de toneladas métricas o el 35-40% de las reservas mundiales. Otras menos relevantes por su cantidad son las peruanas con 60 millones y las mexicanas con 40 millones de toneladas métricas. Entre los impactos de la producción de cobre que se han registrado están las fuertes emisiones de dióxido de azufre, de arsénico y de material partículado, así como la contaminación de suelos y aguas con materiales tóxicos.

La importación de níquel por parte de EUA representó para principios del siglo XXI poco más del 50% de su consumo nacional o un equivalente de 135 mil toneladas métricas para el año 2003. Su dependencia a reservas extranjeras fue mayor, sobre todo si se considera que el níquel tiene diversos usos, entre el más importante el de otorgar propiedades anticorrosivas al acero (acero inoxidable) y a otros materiales, de ahí que sea un elemento central para la industria aeroespacial. Canadá con unas reservas de 15 millones de toneladas métricas cubrió el 40% de las importaciones estadounidenses, pero las reservas latinoamericanas claramente se perfilaron como estratégicas pues son considerables. Tan solo Cuba cuenta con unos 23 millones de toneladas métricas, Brasil 8 millones, Colombia y República Dominicana un millón respectivamente y Venezuela unas 630 mil. No sobra indicar que es tal el grado estratégico de las reservas de níquel (y cobalto) cubanas que China pactó, en los primeros años del siglo XXI, fuertes inversiones en la Isla para satisfacer sus propias demandas, una operación que confrontó los intereses de EUA ya que en medio del crudo bloqueo que ha impuesto ese último, no le es posible acceder a tal recurso, ni siquiera a través de sus multinacionales y subsidiarias.
Los impactos ambientales de la extracción de níquel sugieren ser similares a los del resto de las actividades mineras. Su consumo en grandes concentraciones está vinculado al cáncer nasal y de pulmón.

Tomando nota de lo anterior, los movimientos ecológicos en AL han considerado a lo largo del siglo XX y lo que va del XXI que las actividades mineras son altamente agresivas al medio ambiente y la población. En general sus reclamos concretos han sido por los impactos negativos en el suelo, aire y aguas superficiales y freáticas, los impactos sobre la biodiversidad y los cambios inducidos a los microclimas, entre otras cuestiones como lo son las relacionadas a la salud de los trabajadores que son intensamente explotados bajo condiciones límite y de alto riesgo. Confirman, por tanto, que las compañías mineras -las más grandes y en su mayoría de origen extranjero- se aprovechan del desconocimiento y la falta de conciencia sobre el impacto y los efectos perjudiciales que causan, no consultan a las comunidades en donde se realiza la exploración y explotación minera, y constantemente cometen violaciones a los derechos humanos.
A tales aspectos negativos de la actividad minera se suman los repetidos accidentes –muchas de las veces a causa de intransigencia- como fue el escandaloso vertido tóxico de la mina de pirita de Porco, en Bolivia en agosto de 1996. Entonces se vertieron 235 mil m3 de desechos sólidos y líquidos a la quebrada del río Pilaya, parte de una subcuenca del río Pilcomayo; las consecuencias fueron graves y sus efectos se extienden aún hacia Argentina, Bolivia y Paraguay.
En resumen, tales costos ambientales, son algunos de los que AL ha venido pagando a cuenta propia para, ante todo, cubrir los intereses de las impagables deudas externas mediante el remate de recursos naturales estratégicos cuyo valor de mercado, como se ha indicado, no representa el verdadero coste de su producción. El rol del BM y otros organismos similares ha sido central. El BM rutinariamente ha asesorado a los países para facilitar la minería de gran escala a cargo de multinacionales extranjeras mediante la “modernización” de sus legislaciones. Como se puede leer en Extracting Promises, “…en Colombia, las reservas de minerales, petróleo y gas han sido explotadas por diversas empresas que disfrutan de impunidad legal violando regularmente las leyes nacionales y usando medidas severas de represión para sobreponerse a la resistencia social local. En Ecuador, el BM también ha promovido la extracción minera sin considerar los derechos de los pueblos indígenas o sin evaluar las consecuencias de la intensificación de la extracción de minerales.”

Ahora bien, vale puntualizar que EUA y sus instrumentos de proyección hegemónica como el Banco Mundial no son los únicos actores norteños operando en AL. Diversas multinacionales europeas, asiáticas (sobre todo Chinas) y canadienses vienen operando en ésta y otras actividades extractivas de los recursos estratégicos latinoamericanos. El caso Canadiense resulta de interés puesto que se trata de otro actor hemisférico que triangula buena parte de la transferencia de recursos naturales latinoamericanos hacia dentro de sus fronteras y hacia EUA por medio del TLCAN (contexto en el que suma una canasta de recursos naturales propios). El daño ambiental que dicho saqueo implica en AL (y en Canadá) entre otros factores son bien ejemplificados en el caso del proyecto Bellavista de Glencairn Gold Corporation en Costa Rica, donde particularmente llama la atención la reacción de la multinacional ante denuncias sociales de sus operaciones cuando decidió demandar a las ONG involucradas usando el método de SLAPS o juicios estratégicos que tradicionalmente han sido empleados por las multinacionales para silenciar a la disidencia. La ilustración demuestra doblemente la verdadera cara de la minera.


• El caso de Glencairn en Costa Rica

Glancairn Gold Corporation, una multinacional con sede en Canadá, opera con dos proyectos en Centroamérica, uno denominado Limón (Nicaragua) y otro Bellavista (Miramar, Montes de Oro. Costa Rica). El primero es una mina cerrada, mientras que el segundo es un campo de explotación a cielo abierto que hace uso de cianuro para obtener el oro.
El caso tico de Bellavista no destaca solo por las características de explotación o por sus dimensiones (de 2 mil hectáreas) sino por ser uno de los más recientes intentos de saqueo de riqueza por parte de un actor norteño con altos costes ambientales y, sobre todo, porque actualmente se encuentra abierto un proceso de demanda iniciado por la multinacional al acusar por difamación al Comité Canadiense para Combatir los Crímenes contra la Humanidad (CCCCH) quien denunció, junto con otros actores ticos, los altos costes ambientales del proyecto y el turbio escenario dentro del cual la multinacional obtuvo los permisos de actividad minera en Costa Rica. Ello coloca a este caso como un espacio de pelea no sólo por la libertad de expresión, sino por un ambiente sano para los costarricenses (véase más adelante), pero también, para otras luchas similares a lo largo y ancho de AL.
El proceso legal nace cuando se denuncia, desde la Asociación de Ecologistas de las Comunidades del Golfo de Nicoya y el CCCCH, el contexto en el que la multinacional obtiene derechos de explotación adquiridos supuestamente en forma fraudulenta durante la presidencia de Miguel Ángel Rodríguez (1998-2002), quien fuese poco después arrestado por las autoridades ticas con cargos de corrupción. Según esa asociación, el pago de sobornos no es algo descartable de entre los 62 millones de dólares invertidos por la multinacional en el país, por lo que exigió la investigación a los permisos otorgados a Glencairn y a Vannessa Ventures (Canadá), otra multinacional que desde Industrias Infinito S.A. opera en el yacimiento de oro de Crucitas (CR). La investigación es fundamental pues es cierto que hasta mediados de 2005 no había pruebas que demostraran lo anterior.
Como respuesta a la denuncia, Glencairn decidió entablar una demanda por 17 millones de dólares en contra de la ONG canadiense y por 250 mil dólares a cada uno de sus directivos por cargos de difamación. Al mismo tiempo, a nivel público general, la multinacional señaló en diciembre de 2004, en boca de su presidente y director ejecutivo Kerry Knoll que se tratan de “…acciones que simplemente son el último paso de una campaña de un pequeño grupo compuesto por añejos oponentes al proyecto minero de Bellavista con el objeto de retrasar su construcción y operación. No hay ningún fundamento para sus alegaciones. Estos mismos individuos han probado muchas veces llevar el caso a Cortes y a instancias administrativas y han fallado completamente. No hay ninguna razón para creer que el resultado será diferente esta vez.”
Como indica el CCCCH, la demanda de la multinacional por difamación es ridícula pues los documentos dados a conocer por el CCCCH fueron enviados con antelación al Procurador General de Canadá, el Honorable Irwin Cotler, quien comunicó por escrito que los documentos habían sido enviados a Anne McLellan, vice-Primer Ministro de Canadá y, simultáneamente, Ministro de Seguridad Pública (Deputy Prime Minister and Minister of Public Safety and Emergendy Preparedness). La reacción de demanda por parte de Glancairn en contra del CCCCH resulta llamativa sobre todo porque, como escriben estos últimos citando El Quijote, “…cuando los perros ladran, Sancho, es que vamos caminando.” Vale entonces decir que, cuando no hay nada que esconder el diálogo abierto es la opción más constructiva, pero el caso no sugiere ser ése pues la reacción de Glencairn apuesta más a golpear la denuncia social, lo que sugiere que lo que de fondo está en juego es el hecho de que se trata de un proyecto altamente devastador del medio ambiente. Ante ello, y como se indicó, el caso por difamación podría ser calificado, desde su perspectiva opuesta, como una violación a la libre expresión y por tanto, de no ser resuelto a nivel nacional, llevado a la Corte Internacional y/o Interamericana de Derechos Humanos.
Ahora bien, lo que aquí interesa sobre todo es la problemática ambiental del proyecto Bellavista. Según denuncian esas organizaciones civiles, Glencairn recibió los permisos ambientales de minería a cielo abierto (por lixiviación con cianuro) en la zona alta del río Ciruelas, un área importante como fuente de agua para diversas actividades en el Golfo de Nicoya. Tales permisos, cuando menos totalmente irresponsables por parte del gobierno tico, se basan en un estudio medioambiental ampliamente negativo puesto que los impactos, sobre todo de contaminación de aire, suelos y aguas superficiales y subterráneas, serían enormes pues el cianuro se coloca como una de las sustancias más tóxicas que existen. En este sentido, la Resolución de la Sala Constitucional de Costa Rica del 13 de mayo de 2005 , si bien se posiciona a favor de Glencairn en el sentido de la legalidad de sus permisos y por tanto de sus actividades, sí afirma implícitamente que el procedimiento utilizado por la multinacional es altamente contaminante. Según se puede leer, es necesario “…adoptar las medidas pertinentes dirigidas a garantizar que no se producirá contaminación en los mantos freáticos…[que] se adopten las medidas de seguridad, y se emplee la tecnología necesaria a efecto de garantizar un adecuado manejo de todas las sustancias químicas que se tiene planeado utilizar en el proyecto minero, en especial el cianuro de sodio, de manera que no se produzca afectación al ambiente, ni a los seres humanos…[o que se] deberán realizar los estudios pertinentes a efecto de determinar la incidencia de drenaje ácido en el proyecto minero, y luego deberán tomarse las medidas preventivas con el fin de mitigar sus efectos, no solamente durante el período operativo y el de clausura del proyecto, sino también con posterioridad del cierre…”
Lo que debe llamar la atención de la resolución anterior es que un Tribunal Supremo reconoce que hay contaminación. Y es que resulta innegable lo anterior puesto que las experiencias registradas en la literatura ampliamente coinciden en señalar que esta modalidad de explotación minera es la más agresiva medioambientalmente hablando así como en sus efectos a la salud. Por ejemplo, como es sabido, la minería a cielo abierto remueve la capa superficial de la tierra para hacer accesibles los yacimientos de mineral de baja calidad. Los modernos equipos de excavación, las cintas transportadoras, la gran maquinaria, entre otras infraestructuras permiten remover grandes cantidades de tierra en cuestión de horas, haciendo rentable en muchas ocasiones la extracción de un gramo de oro por tonelada de material removido. El resultado son grandes cráteres de hasta 150 hectáreas de extensión y 500 metros de profundidad a la par de contaminación de suelos, aire y agua por uso de cianuro.
Dado que dichos aspectos negativos de la minería a cielo abierto no son menores y difícilmente pueden pasar desapercibidos, la cúpula de políticos ticos se ha visto orillada a reconocer dichos impactos en el ámbito legal con la formalización de prohibición de cualquier proyecto de esa naturaleza en el futuro, no obstante, tal medida no incluyó las actividades de Glancairn lo que sugiere ser más una medida coyuntural de tipo preventiva ante cuadros de descontento social, que de una verdadera preocupación por el medio ambiente de ese país y de su población. El asunto de dejar pasar un proyecto de esta naturaleza no es menor pues los casos de desastres medioambientales son numerosos; tómese nota de aquel que ocasionó la actividad minera de oro a cielo abierto en el río Vila Nova al sudoeste de Brasil donde los casos de afectados y muertos por contacto e ingesta de agua contaminada por cianuro siguen persistiendo a casi 10 años de haberse terminado dicha actividad. Por tanto cabe preguntarse si el oro que se extraería, para costear a final de cuentas el servicio de la deuda de ese país o para cubrir otros gastos improductivos, vale la muerte del ecosistema de esa zona y los costos a la salud de sus habitantes.
Por ende, considerando lo arriba señalado, el proceso legal en el que están envueltas las ONG arriba mencionadas ante la Corte Superior de Justicia de Ontario debería ser apoyado y canalizado decididamente por la población y el gobierno tico para la cancelación del proyecto y, en su caso, para la solicitud del pago de compensaciones para cada uno de los afectados por ése, así como para la constitución de un fondo que financie programas de recuperación medioambiental de la zona como consecuencia de la infraestructura ya emplazada ahí.
Y, aunque el caso Glancairn no trata de una multinacional estadounidense, sí hace un llamado a la urgente necesidad de generar conciencia social del cómo y en qué están operando diversas multinacionales involucradas en la explotación y saqueo de los recursos latinoamericanos, pero sobre todo de poner particular atención en aquellas multinacionales estadounidenses y sus subsidiarias o socios pues es ese país el que succiona la mayor cantidad de riqueza de la zona (tal y como ha sido mostrado anteriormente); aunque no ciertamente el único (como lo prueba el caso de Bellavista).
El diálogo activo y la participación pública en el quehacer político entre la población, los gobiernos latinoamericanos y los actores interesados en la explotación de los recursos naturales de la zona deberá ser el eje central operativo para definir su viabilidad, siempre teniendo como fundamento la integridad del medio ambiente y de la soberanía y la seguridad nacional de las naciones de AL. El meollo del asunto es que no debería de caber duda que un medio ambiente sano es invaluable para las generaciones actuales y futuras más allá de cualquier propósito de acumulación de capital. Un ecosistema provee aire, agua y alimentos fundamentales para la vida humana y de otras especies, el oro ni se respira, ni se bebe ni se come, es más, ni siquiera es indispensable para la producción del sustento material humano. Y es que no se trata de oponerse a todo esquema de explotación de recursos naturales en AL (o el mundo), sino de todo aquel que en busca de beneficios privados –y en su mayoría extranjeros- atente en contra de los ecosistemas y la calidad de vida y la salud de la población actual y venidera.

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