16.7.13

Implicaciones de la apuesta nucleoeléctrica

Gian Carlo Delgado Ramos Campos Chávez, Leslie Cristina. Nómadas. España, 2013.
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A 25 años del accidente de Chernobylven Ucrania (26 de abril de 1986), un nuevo suceso acontecido el viernes 11 de marzo de 2011 en la planta Fukushima Daiichi-I, recuerda a los proponentes de la energía nuclear y al resto de la humanidad, las implicaciones y riesgos que acarrea dicha tecnología.
Pese a su complejidad y potenciales dimensiones de incertidumbre, es considerada por algunos como una alternativa viable ante la caída de las reservas mundiales probadas de combustibles fósiles y la creciente demanda de energía estimada por la AIE (2012) para los años venideros de hasta 1/3 de incremento al 2035 con respecto al 2010 (en parte debido al esperado aumento poblacional, pero también a cambios en los patrones de consumo). La energía nuclear también es aceptada como una medida para hacer frente al cambio climático en tanto que sus proponentes señalan que es una fuente energética de cero emisiones.

 

El uso de los recursos naturales, en debate


Alejandro Rebossio | 16 de julio de 2013
EL PAIS

El buen uso de los recursos naturales de América Latina está siendo un asunto de discusión por todo el continente. En mayo pasado fue debatido en una reunión específica de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), ese espacio de integración política que nuclea a gobiernos de izquierda y derecha, de Mercosur y de la Alianza del Pacífico. También fue objeto de atención en uno de los últimos números de la revista Nueva Sociedad, la publicación latinoamericana de la Fundación Friedrich Ebert, que responde a la socialdemocracia alemana. Veamos aquí algunos de los comentarios que se vertieron en diversos artículos de esa edición.
Maristella Svampa, profesora de la Universidad de La Plata (Argentina), se refiere a un asunto que en este blog ya hemos comentado: el Consenso de las Materias Primas, una nueva política económica que sucede al neoliberal Consenso de Washington y que es aplicado, según sus críticos, por gobiernos de izquierda y de derecha. Se basa en la explotación intensiva de las riquezas naturales, aprovechando su demanda asiática y sus altos precios, sin poner atención en el desarrollo de otros sectores económicos ni en el impacto medioambiental que esta actividad implica. “El Consenso de los Commodities (materias primas) subraya el ingreso de América Latina en un nuevo orden económico y político-ideológico, sostenido por el boom de los precios internacionales de las materias primas y los bienes de consumo demandados cada vez más por los países centrales y las potencias emergentes. Este orden va consolidando un estilo de desarrollo neoextractivista que genera ventajas competitivas, visibles en el crecimiento económico, al tiempo que produce nuevas asimetrías y conflictos sociales, económicos, ambientales y político-culturales. Tal conflictividad marca la apertura de un nuevo ciclo de luchas, centrado en la defensa del territorio y del ambiente, así como en la discusión sobre los modelos de desarrollo y las fronteras mismas de la democracia”, advierte Svampa. De estas nuevas luchas populares en el país de esta investigadora daba cuenta hace pocas semanas un artículo de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo (pincha este enlace para leerlo).
Gian Carlo Delgado Ramos, del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), observa un “auge de las actividades extractivas a escala mundial, vinculadas a la crisis económica (el oro es el refugio del inversor) y a la especulación en el mercado de la tierra y las materias primas”. Delgado considera que “la apropiación de tierras, que se disparó particularmente en lo que va de este siglo, puede observarse como mecanismo de despojo de paquetes de activos naturales en todo el mundo, con excepción de la Antártida”, pero advierte de que este fenómeno enfrenta resistencia social. En un seminario del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO), Delgado relevó los conflictos por la oposición de movimientos sociales al extractivismo en Latinoamérica en 2012 y detectó 34 casos vinculados a la explotación petrolera, 85 por la minería, 47 por el uso del agua, 16 por recursos forestales y biodiversidad, 27 casos por expansión de la agroindustria y 32 por residuos tóxicos u otros. “El Estado, en sus múltiples niveles, representa cada vez más los intereses de sus socios empresariales, empujando a favor de esos intereses un amplio entramado legal ad hoc que se superpone al denominado Estado de derecho. Al mismo tiempo, y de cara a la profundización del despojo y a los usos y abusos de la naturaleza, el Estado se arma para el control interno promoviendo, justificando o avalando la criminalización de la protesta, al tiempo que presume que los actores sociales en legítima defensa de su territorio y de los bienes comunes que este contiene son, en el mejor de los casos, irracionales, opositores al progreso y al desarrollo”, señala el economista de la UNAM.
En la misma edición de Nueva Sociedad, el periodista uruguayo Víctor Bacchetta señala que la extracción de petróleo y gas no convencional “presenta serios riesgos ambientales, pero detrás de las nuevas tecnologías que la hacen posible hay poderosos intereses económicos y políticos y en América Latina es presentado como una nueva fuente de prosperidad”. La antropóloga social Juliana Ströbele-Gregor, de la Universidad Libre de Berlín, se refiere a los yacimientos de litio de Bolivia, que “están entre los más grandes del mundo, lo que alienta expectativas de que el proyecto desarrollado” por el Gobierno de Evo Morales “permita al país salir de la pobreza y la dependencia”. Sin embargo, la experta advierte de “potenciales escenarios de conflicto que están asociados con la explotación e industrialización del litio en el salar de Uyuni, y analiza el marco legislativo y los riesgos ambientales que afectarían a la población rural y el turismo”. La economista Agostina Costantino, becaria del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México, evalúa si “Argentina y Brasil, ambos países beneficiados por la ‘lotería de los recursos’ en esta etapa de elevados precios internacionales de las materias primas, aprovecharon esta bonanza para llevar a cabo un cambio estructural que les permitiera dejar de depender de esos productos, cuyos precios se caracterizan por una alta volatilidad”, y concluye que no puede afirmar que tal reforma “se haya dado en alguno de los dos países”.
Luisa Paré, profesora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, habla de una “megaminería tóxica” y estudia el derecho de los pueblos a ser consultados antes de que comiencen estas explotaciones en su territorio. “Formalmente, los mecanismos de consulta se encuentran en una situación mucho más avanzada en los Estados andinos que tienen gobiernos progresistas (Bolivia, Ecuador) que en países de regímenes neoliberales como México o Chile”, observa Paré. No obstante, “se ha visto que, aun en estos países con gobiernos progresistas, los marcos normativos no siempre son respetados”, según Paré, que considera que las “contradicciones de estos gobiernos son inherentes a las exigencias de la opción por el extractivismo desarrollista que les ha permitido superar parcialmente el neoliberalismo, buscar otras formas de integración regional, impulsar su economía y reducir la pobreza”. A partir de esta experiencia, recomienda para México “un cambio estructural del rumbo económico que ha tomado el país, rumbo que facilita el saqueo de los recursos estratégicos, un proceso de despojo y desterritorialización de los pueblos, la pérdida de identidad y la destrucción de las capacidades productivas de regiones que deben reorientarse a la recuperación de la autosuficiencia y la soberanía alimentaria”. Paré añade que “esto implica revertir el modelo extractivista presente principalmente en el campo de la minería, la generación eléctrica (represas hidroeléctricas y energía eólica) y la privatización de los hidrocarburos”. Un ejemplo de los conflictos mineros en la región es el que llevó a un tribunal chileno a ratificar este lunes que la canadiense Barrick debe reparar los daños medioambientales causados en la mina Pascua Lama, que se encuentra en los Andes, parte en Argentina, como requisito previo a la reanudación del proyecto.
El economista argentino Nicolás Gadano, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC), escribe que “así como en las primeras décadas del siglo xx Argentina e YPF pudieron ser una referencia (regional) para otros países que buscaban desarrollar sus empresas estatales de energía, en la actualidad ese lugar estaría siendo ocupado por Brasil y Petrobras, en un modelo mixto en el que la empresa estatal convive con empresas privadas, todas controladas por un regulador independiente (la Agencia Nacional del Petróleo)”. Añade que “los países que, como Argentina y Bolivia, avanzaron aún más en el proceso de apertura y privatización (en los 90), parecen estar regresando a un esquema mixto, recuperando el control de la empresa estatal pero procurando mantener una fuerte presencia privada”, al tiempo que “habrá que ver lo que sucede en países como México y Venezuela, los mayores productores/exportadores históricos de la región, que han preservado el rol de las grandes estatales, Pemex y PDVSA”. En concreto, “en el caso mexicano, el más extremo en términos de monopolio estatal, la declinación productiva y la creciente inseguridad de las instalaciones parecen inclinar la balanza a favor de una reforma, que, de llevarse a cabo, podría tener a Brasil como un espejo donde mirarse”, según Gadano.
Precisamente, el profesor Giorgio Romano Schutte, del posgrado de Ciencias Humanas y Sociales de la Universidad Federal de ABC, del estado brasileño de São Paulo, se pregunta si en diez años de gobierno el Partido de los Trabajadores (PT) “consiguió implementar un nuevo paradigma de desarrollo que supere la lógica del Consenso de Washington”, señala “algunos elementos del ‘nuevo desarrollismo’ y pone el foco en los gigantescos reservorios de petróleo en aguas profundas descubiertos en Brasil en 2007”. Destaca que el aporte de estas riquezas “para el desarrollo brasileño se vehiculiza a través de tres políticas: los ingresos directos para el Estado mediante regalías y venta del petróleo obtenido por los contratos de distribución; la política de contenido local que pretende transformar la demanda de productos y servicios a lo largo del proceso de explotación, desarrollo y obtención del petróleo y el gas en una producción realizada en gran medida en territorio nacional, generando empleo, ingresos e impuestos en Brasil; y la política de obligatoriedad de invertir un porcentual del ingreso bruto de los grandes campos de petróleo y gas en investigación y desarrollo en el país”.

DECLARACIÓN DE QUITO


SEMINARIO INTERNACIONAL SOBRE CRISIS CIVILIZATORIA, ECOSOCIALISMO Y BUEN VIVIR

Un grupo de militantes, activistas, profesoras y profesores de diferentes países americanos, africanos y europeos nos hemos reunido en Quito del 10 al 12 de junio de 2013, en tres intensas jornadas de debate y elaboración colectiva sobre “Crisis civilizatoria, ecosocialismo y Buen Vivir”. Agradecemos al Instituto de Altos Estudios Nacionales (una institución ecuatoriana que se halla en pleno proceso de refundación para poder contribuir mejor a las transformaciones que busca la Revolución Ciudadana en Ecuador) esta ocasión de encuentro, que hemos tratado de aprovechar para profundizar en mutuos aprendizajes y diálogos de saberes. Valoramos de manera positiva el acercamiento entre las propuestas ecosocialistas y los desarrollos vinculados al Buen Vivir (así como otras nociones análogas). Pues estamos convencidos de que se trata de respuestas muy cercanas, por no decir hermanas, frente a la catastrófica crisis ecológico-social de la moderna civilización capitalista mundial.
Es importante que este seminario internacional tenga lugar en América Latina, un continente donde las resistencias populares, indígenas, campesinas, ecologistas, de los trabajadores y de las mujeres contra la expansión destructiva de las multinacionales capitalistas han avanzado mucho; y también un continente donde las ideas del Buen Vivir y el ecosocialismo han conocido un desarrollo notable entre muchas fuerzas de la izquierda de la región, con el acompañamiento y protagonismo de los movimientos sociales.
También nos parece significativo que este seminario internacional haya tenido lugar en Ecuador, país que ha adoptado una iniciativa ejemplar, a escala mundial, para indicar cuál debería ser la estrategia contra las emisiones de gases de efecto invernadero y el calentamiento global: dejar el petróleo y los demás combustibles fósiles debajo de la tierra, respetando al mismo tiempo a las poblaciones locales y encauzando la sociedad hacia la era post-carbono. Se trata de la Iniciativa Yasuní-ITT, la cual –creemos-- debería ser profundizada, fortalecida e imitada en otros lugares como una política pública ecosocialista.
Somos harto conscientes de los enormes obstáculos que tuvieron y tienen que superar las luchas sociales y ecológicas en países como Venezuela, Bolivia o Ecuador para modificar las correlaciones de fuerzas –en lentos procesos que a menudo duraron decenios-- y finalmente disminuir el poder de las oligarquías vinculadas al capitalismo neoliberal, despertando inmensas esperanzas en el mundo entero. Creemos que entre las cuestiones clave para apoyar y fortalecer las iniciativas ecosocialistas de los gobiernos de izquierda (a veces más ambiguamente llamados “progresistas”) en América Latina se encuentra desde luego la superación de las situaciones poscoloniales de pobreza y exclusión, pero sostenemos que hacer frente a esas inmensas necesidades sociales no debe dar alas a un neodesarrollismo extractivista que ignore otras cuestiones básicas:
  • La relación constructiva –y respetuosa de su autonomía-- con las luchas populares y los movimientos sociales que reivindican la defensa de los bienes comunes, la esfera de lo público, la supervivencia y emancipación
  • El estímulo de las iniciativas comunales y comunitarias a escala local, nacional y regional (resultan inspiradores los avances en la construcción de un Estado comunal en Venezuela, la Red Brasileña de Justicia Ambiental, el movimiento anglosajón de Ciudades en Transición o las ecoaldeas en Europa y otros lugares)
  • La aceptación de los límites biofísicos y ecosistémicos para la producción material
  • La lucha contra la mercantilización de la naturaleza, los ecosistemas y los bienes comunes
  • La defensa de la biodiversidad y la frontal lucha contra la maquinaria corporativa que busca apropiarse de la misma mediante manipulaciones genéticas, patentes y otras formas de privatización del conocimiento
  • El camino para la superación del extractivismo depredador, con planes concretos para cambiar la matriz energética basada en hidrocarburos fósiles y reducir el despilfarro de recursos
  • La integración regional latinoamericana (con iniciativas como CELAC, Unasur, el Banco del Sur, ALBA-TSP, Petrocaribe…), para una inserción mancomunada en la economía mundial en pos de un verdadero internacionalismo ecosocialista, que favorezca la cooperación Sur-Sur y contribuya a la modificación de las desiguales relaciones Norte-Sur
  • El reconocimiento de los saberes ancestrales y su fortalecimiento
  • La lucha contra los modelos consumistas, la construcción de subjetividades antagonistas y la concreción del Buen Vivir en las prácticas cotidianas.

Queremos reafirmar nuestro compromiso con los esfuerzos que en todo el mundo, y especialmente en América Latina, tratan de materializar los principios del Buen Vivir, el ecosocialismo, el ecofeminismo, la ecología política radical, la Justicia Ambiental y las demás corrientes emancipatorias. Pedimos el respeto a la autodeterminación de los pueblos y la integridad de sus territorios, de manera que se intensifiquen las condiciones de paz y armonía que deben existir entre los pueblos hermanos. Recomendamos un esfuerzo especial para crear las condiciones que permitan el ejercicio de la prospectiva y la previsión a largo plazo. Y reafirmamos igualmente nuestra voluntad de tejer las redes internacionales que nos permitan afianzar todos estos esfuerzos.


En Quito, a 12 de junio de 2013.


Michael Löwy, Centro Nacional de la Investigación Científica, Francia
Joel Kovel, Red Ecosocialista Internacional, EEUU
Joao Alfredo Telles Melo, PSOL, Brasil
Matthieu Le Quang, IAEN, Ecuador
Tamia Vercoutère, proyecto Yachay, Ecuador
Ximena Gonzáles Broquen, , Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Venezuela
Fabio Grobart, Universidad de la Habana, Cuba
Daniel Tanuro, Clima y Justicia Social, Bélgica
Terisa Turner, Ecosocialist Horizons, Canadá
Guido Galafassi, Universidad de Quilmes, Argentina
Jorge Riechmann, Universidad Autónoma de Madrid, España
Miguel Ruiz, IAEN, Ecuador
John Fagan, Earth Open Source, EEUU
Gian Carlo Delgado, UNAM, México
Miguel Angel Núñez, Instituto Universitario Latinoamericano de Agroecologia " Paulo Freire" Venezuela
Cristóbal Kay, International Institute of Social Studies, Países Bajos
Francisco Caporal, Universidad Federal Rural de Pernambuco, Brasil
Pablo Bertinat, Universidad Tecnológica Nacional, Argentina
Patrick Bond, Universidad de KwaZulu, Sudáfrica
Esquisa Omaña, Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas, Venezuela
Antonio Salamanca, IAEN, Ecuador
Fernando Gómez, Fundación Nueva República, Colombia




DÉCLARATION DE QUITO
SÉMINAIRE INTERNATIONAL. Crise de civilisation, écosocialisme et « buen vivir »


Un groupe de militant-e-s, activistes, enseignant-e-s et chercheur-e-s de différents pays des Amériques, d'Afrique et d'Europe se sont réunis à Quito du 10 au 12 Juin 2013, pendant trois jours intenses de débats et de construction collective sur le thème « Crise de civilisation, écosocialisme et buen vivir ». Nous remercions l'Institut des Hautes Etudes National (institution équatorienne qui vit un processus de reconstruction afin de mieux contribuer aux changements promus par la Révolution citoyenne) pour cette opportunité de rencontres, que nous avons essayées d’utiliser pour approfondir partages des apprentissages et dialogues de savoirs. Nous apprécions positivement le rapprochement entre les propositions écosocialistes et les développements liés au « buen vivir » (ou à d'autres notions similaires). Nous sommes convaincus qu'il s’agit de réponses très proches, pour ne pas dire sœurs, face à la crise écologique et sociale catastrophique de la civilisation moderne capitaliste mondiale.

Il est important que ce séminaire international ait eu lieu en Amérique latine, un continent où les résistances populaires, indigènes, paysannes, écologistes, des travailleurs et des femmes contre l'expansion destructrice des multinationales capitalistes ont beaucoup avancé. Un continent aussi où les Idées du « buen vivir » et de l’écosocialisme ont connu un développement remarquable parmi de nombreuses forces de gauche, avec le soutien et la participation des mouvements sociaux

Il nous semble aussi significatif que ce séminaire international ait eu lieu en Equateur, pays qui a adopté une initiative exemplaire, au niveau mondial, pour indiquer quelle devrait être la stratégie de lutte contre les émissions de gaz à effet de serre et le réchauffement climatique: laisser le pétrole et les autres combustibles fossiles sous terre, pour respecter les populations locales tout en guidant la société vers l'ère post-carbone. Nous parlons de l'Initiative Yasuní-ITT, qui, croyons-nous, doit être approfondie, renforcée et imitée dans d'autres endroits en tant que politique publique écosocialiste.

Nous sommes pleinement conscients des énormes obstacles que les luttes sociales et écologiques dans des pays comme le Venezuela, la Bolivie ou l'Equateur ont dû surmonter - au fil de processus lents qui se sont souvent étalés sur plusieurs décennies - et doivent encore surmonter pour modifier les rapports de forces  et, finalement, diminuer le pouvoir des oligarchies liées au capitalisme néolibéral, suscitant ainsi de grands espoirs dans le monde entier. Nous pensons que les questions clés pour soutenir et renforcer les efforts écosocialistes des gouvernements de gauche (parfois caractérisés de façon plus ambiguë de «progressistes») en Amérique latine consistent à surmonter les situations postcoloniales de pauvreté et d'exclusion. Cependant, nous soutenons que faire face à ces immenses besoins sociaux ne peut pas justifier un « néo-developpementisme extractiviste » qui ignore d’autres questions fondamentales:

• La relation constructive avec les luttes populaires dans le respect de l’autonomie des mouvements sociaux qui demandent la protection des biens communs, de la sphère du public, la survie et l'émancipation ;
  • L'encouragement aux initiatives communes et communautaires aux niveaux local, national et régional (sont sources d'inspiration les progrès dans la construction d'un Etat basé sur les communes au Venezuela, le Réseau Brésilien pour la Justice Environnementale, le mouvement anglo-saxon des Villes en transition ou les écovillages, en Europe et ailleurs) ;
  • L’acceptation des limites biophysiques et écosystémiques à la production matérielle ;
  • La lutte contre la marchandisation de la nature, des écosystèmes et des biens communs ;
  • La protection de la biodiversité et la lutte frontale contre le monde des entreprises qui cherche à se l'approprier par les manipulations génétiques, les brevets et autres formes de privatisation du savoir ;
  • La stratégie pour sortir de l’extractivisme prédateur, avec des plans concrets pour changer la matrice énergétique basée sur les combustibles fossiles et réduire le gaspillage des ressources ;
  • L'intégration régionale de l'Amérique latine (avec des initiatives comme la CELAC, UNASUR, la Banque du Sud, l'ALBA-TSP, Petrocaribe ...) pour une insertion commune dans l'économie mondiale dans la perspective d’un véritable internationalisme écosocialiste favorisant la coopération Sud-Sud et contribuant à modifier l'inégalité des relations Nord-Sud ;
  • La reconnaissance des savoirs traditionnels et leur renforcement ;
  • La lutte contre les modèles consuméristes, la construction de subjectivités antagonistes et la concrétisation du « buen vivir » dans les pratiques quotidiennes.

Nous voulons réaffirmer notre engagement en faveur des efforts qui sont faits dans le monde, notamment en Amérique Latine, pour tenter de matérialiser les principes du « buen vivir », de l'éco-socialisme, de l'écoféminisme, de l'écologie politique radicale, de la justice environnementale et d'autres courants d'émancipation. Nous plaidons pour le respect de l'autodétermination des peuples et de l'intégrité de leurs territoires, de manière que s’intensifient les conditions propices à la paix et à l'harmonie qui doivent exister entre les peuples frères. Nous recommandons un effort particulier pour créer les conditions permettant l'exercice de la prospective et de la prévision à long terme. Et réaffirmons notre détermination à tisser les réseaux internationaux qui nous permettent de renforcer ces efforts.

Quito, le 12 Juin 2013

Les participant-e-s au séminaire sur la crise de la civilisation, l'écosocialisme et le buen vivir


Michael Löwy, Centre National de la Recherche Scientifique, France
Joel Kovel, Réseau écosocialiste international, USA
Joao Alfredo Telles Melo, PSOL, Brésil
Matthieu Le Quang, IAEN, Équateur
Tamia Vercoutère, IAEN, Équateur
Ximena Gonzales Broquen, Institut vénézuélien de la recherche scientifique, Venezuela
Fabio Grobart, Université de La Havane, Cuba
Daniel Tanuro, Réseau écosocialiste international, « Climat et justice sociale », Belgique
Terisa Turner, Ecosicialist Horizonts, Canada
Guido Galafassi, Université de Quilmes, Argentine
Jorge Riechmann, Université Autonome de Madrid, Espagne
Miguel Ruiz, IAEN, Équateur
John Fagan, “Earth Open Source”, USA
Gian Carlo Delgado, UNAM, Mexico
Miguel Angel Nunez, Institut latino-américain de l'agroécologie "Paulo Freire" Venezuela
Christopher Kay, Institut international d'études sociales, Pays-Bas
Francisco Caporal, Université Fédérale Rurale de Pernambuco, Brésil
Pablo Bertinat, Université Technologique Nationale, Argentine
Patrick Bond, Université de KwaZulu, Afrique du Sud
Esquisa Oman, Institut vénézuélien de la recherche scientifique, Venezuela
Antonio Salamanca, IAEN, Équateur
Fernando Gomez, Fondation New Republic, Colombie



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Traductores: César Can Canul, Dulce Anaya, Pedro Hernández Luna y Alberto González Gabriel.

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