20.7.07

Latrocinio, función de los corredores multimodales del TLCAN




Gian Carlo Delgado Ramos
GlobalResearch
Canadá, 19 de julio de 2007
www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=6368


Los llamados a impulsar la “competitividad” en América Latina, concepto de moda en el discurso neoliberal en boga, sugieren que uno de los pilares de tal proceso es el desarrollo de infraestructura integrada –multimodal- por la vía de la inversión privada altamente desregulada (el grueso de ella extranjera). En el área que comprende el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), se trata de un esquema integrador diferenciado en el que México y Canadá, se indica, deben velar por la “competitividad regional” y por tanto, en específico por asegurar la competitividad de Estados Unidos (EUA). Con un apartheid de facto (el muro fronterizo) e insertado en un esquema de integración subordinada que anexa formalmente a Centroamérica y Colombia, México se coloca entonces, “en pro de la competitividad”, como traspatio inmediato de saqueo de recursos naturales y explotación de la población. Cual escenario propiamente colonial, la proyección policiaco-militar y paramilitar, se convierte en estrategia central en tanto necesaria para mantener operativo “el negocio”, es decir, los ciclos extractivos de riqueza. El diseño de infraestructura para el saqueo, dígase los corredores multimodales, es un aspecto clave de la “integración profunda” que se formaliza a pasos agigantados desde diversos grupos de interés ligados al trinomio TLCAN; Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte (ASPAN); y el Plan Puebla Panamá. El presente texto indaga esta cuestión desde el caso del carácter estratégico del agua y la energía.

Palabras clave: Competitividad, Agua, Energía, TLCAN, ASPAN, Plan Puebla Panamá.





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