17.12.07

Habrá conflictos bélicos, por el control del agua: catedrático

Excélsior.
16 de diciembre de 2007.
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Diario de México.
17 de diciembre de 2007.
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Los ejercicios militares que realizan los países no tienen como fin la defensa contra posibles agresiones, sino garantizar la protección del agua que se ha vuelto un recurso estratégico y de seguridad nacional, dijo Gian Carlo Delgado Ramos.

El doctor en Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México explicó que la posesión y control de las reservas de agua mundiales será motivo cada vez más de conflictos bélicos y escenarios violentos con fuertes implicaciones para la seguridad internacional.

Por ejemplo, dijo en una entrevista, los conflictos en Medio Oriente y la amenaza de una posible invasión militar a Irán tienen que ver menos con su programa de energía nuclear y más con la intención de adueñarse y controlar sus reservas de agua, una de las principales en el mundo.

El especialista en Ecología Política de los Recursos Naturales refirió que el líquido es ahora condición inevitable para la estabilidad social de las naciones.

Ello no porque el líquido esté amenazado de escasez, pues existe la misma cantidad de siempre, sino por la transformación de su calidad y localización debido a la contaminación y el calentamiento global.

Destacó que las inundaciones en Tabasco no fueron una casualidad; “han ocurrido varias veces y se conocía el riesgo de que el hecho se repitiera”, porque esa entidad con Chiapas y Veracruz concentran 80 por ciento del agua nacional, sin embargo, es la región más pobre de México.

En términos generales, dijo, 12 por ciento de la población mundial utiliza 85 por ciento del agua, lo cual indica que existe un acaparamiento del recurso natural.

Al respecto mencionó que la Constitución mexicana dice que el Estado debe proteger y gestionar la distribución de los recursos acuíferos del país, que son propiedad de los mexicanos.

Sin embargo, consideró que los gobiernos anteriores malinterpretaron lo dicho por la Carta Magna y algunos presidentes pensaron que podían hacer lo que quisieran con el agua de la nación.

En este sentido, abundó, se promovieron negociaciones dudosas con Canadá y Estados Unidos sin dar cuenta ninguna ni pasar por la aprobación legislativa

El Diario de México
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