16.8.09

Energía. La clave rumbo a Copenhage


Por Manuel Nernández
Teorema Ambiental No. 77
México. Agosto de 2009: 28-37.

A pesar de las altas expectativas que el mundo ha depositado en la cumbre de Copenhague para reducir significativamente los efectos del calentamiento global, algunos especialistas consideran que las medidas que se han planteado hasta el momento no son capaces de resolver el problema de raíz, ya que para conseguir esto, sería necesario construir un nuevo modelo económico más amigable con el medio ambiente. Es por esto que la energía jugará un papel decisivo en las discusiones de diciembre próximo, dentro de la decimoquinta Conferencia de las Partes de la Convención del Clima (COP15) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a celebrarse en Copenhague, Dinamarca. Durante la cumbre, no sólo se definirán los nuevos mecanismos que se seguirán dentro del combate al cambio climático como continuación del Protocolo de Kioto (PK), sino que también se establecerán las bases de una nueva estructura energética que repercutirá en los intereses económicos y geopolíticos de las grandes potencias globales.

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Extracto:

En los últimos años, el cambio climático ha sido un revulsivo que le ha permitido al ser humano replantearse varias cuestiones, ya sean filosóficas o sociales. Así ocurre con los múltiples cuestionamientos que se han desatado sobre la viabilidad del sistema económico vigente.
Las contradicciones del capitalismo moderno y su incompatibilidad con el cuidado del medio ambiente, han ocasionado que muchos economistas consideren necesario un cambio de sistema económico o, por lo menos, un rediseño estructural que resulte menos agresivo con el planeta.
No en balde, Nicholas Stern, ex economista en jefe del Banco Mundial (BM), ha calificado al cambio climático como “la mayor y más amplia falla del mercado jamás vista”.
Para Gian Carlo Delgado Ramos, especialista en economía ecológica por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y autor del libro Sin energía: cambio de paradigma, retos y resistencias, la cuestión de fondo en materia de cambio climático radica en entender la manera en que operan los patrones de consumo dentro del sistema capitalista.
“El gran problema tiene que ver con los patrones de consumo y la forma en que le fijamos el costo a la energía”, explica el investigador del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades (CEIICH), quien considera que las propuestas que han hecho los diversos
actores de la comunidad internacional hasta ahora, ignoran las causas más profundas del cambio climático.
“El problema de los instrumentos internacionales desarrollados para controlar los gases de efecto invernadero,es que no señalan de forma explícita, al menos en los hechos, que el principal problema son los patrones de consumo. Desde Kioto, se está discutiendo qué tecnologías vamos a desarrollar, cómo las vamos a implementar y quién las va a pagar, pero en realidad no se está hablando de resolver el problema de fondo, sólo de disminuirlo”, indica Delgado Ramos.

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