6.3.10

Se precisan cambios para salvaguardar la energía

Por Julio César Mejías Cárdenas
Globalización.
La Habana, Cuba.
5 de marzo de 2010
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Este libro es un instrumento didáctico y muy interesante para entender el fenómeno de la crisis energética en Estados Unidos, en particular, y del planeta en general, dijo el académico John Saxe Fernández, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en la presentación del título "Sin energía. Retos y resistencias al cambio de paradigma energético", del doctor Gian Carlo Delgado.
En su exposición Delgado adelantó los principales tópicos que aborda en su libro, dirigido a captar la atención sobre la sobreexplotación de los combustibles fósiles, con sus lamentables consecuencias, tanto en el desgaste de sus reservas como en la degradación del medio ambiente, uso irracional mediante.
El joven profesor mexicano comentó entonces sobre las actuales propuestas de energías renovables y la generación eléctrica a través del uso del átomo, pero alertó que en todos los casos existen obstáculos para la extensión de su aplicación o insuficiencias económicas de las naciones para la obtención de energía eléctrica a partir de ellas.
Mencionó que en el caso del uranio -materia prima para las centrales electronucleares-, este tiene un máximo de reservas a nivel planetario, considerándose por parte de los analistas que se agotarán hacia 2070 si se siguen explotando mediante las tecnologías actuales.
La industria nucleoeléctrica, apuntó, evidencia decadencia, ocasionada por la lógica inhibición de los productores de tecnología debido a los peligros que generan -las sustancias toxicas que perduran como desechos por cientos de años, además de que aún perdura en la memoria la catástrofe de Chernobil.
En cuanto a las llamadas energías renovables señaló que están pasan por perfeccionar aún sus sistemas de explotación y aplicación, así como precisar cuáles son sus costos ambientales, que también los tienen.
No se trata de descubrirlas, porque ya existen, se conocen, sino resolver las disputas en torno a ellas, como la de espacio, como en la disyuntiva de producir alimentos o producir materias primas para generar energía, en referencia explícita a la utilización del maíz, la caña de azúcar, la soya u otros renglones agrícolas para la obtención de biocombustibles.
Delgado dijo más: "entran incluso en conflicto conceptos imprescindibles como seguridad energética como seguridad alimentaria".
Ejemplificó con las energías eólica y la solar: "No existe hierro suficiente para satisfacer la demanda de molinos que se desean montar, además de que los generadores cada vez deben situarse a mayor altura debido al alejamiento respecto a la superficie de las corrientes de aire idóneas para la conversión a energía eléctrica".
"Los colectores solares y los convertidores son muy costosos, en tanto varían en las diferentes latitudes del planeta."
Aún así, significó, pese a la variedad de energías renovables, estas alternativas no alcanzan para satisfacer los niveles actuales de consumo, por lo cual lo más importante es bajar los patrones actuales de consumo y la sobreexplotación del empleo de los combustibles fósiles.
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